Experto en ataque cerebro vascular: “El control de los factores de riesgo es la mejor estrategia para prevenirlo”

El Ataque Cerebro Vascular (ACV) es una urgencia médica neurológica que está dentro de las primeras causas de muerte y discapacidad tanto en Chile como en el mundo, y ocurre cuando se interrumpe o se reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que dicho tejido reciba oxígeno y nutrientes.

Para el neurólogo y jefe técnico de la Unidad de Tratamiento Ataque Cerebrovascular (UTAC) del Hospital Clínico Dra. Eloísa Díaz de La Florida, Dr. Ángelo Queirolo Catalán, “el control de los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión arterial, diabetes mellitus, sobrepeso, tabaquismo, dislipidemia, entre otras, es la mejor estrategia para prevenir un ACV”.

En su columna de opinión publicada en la revista Qué Pasa, el especialista alerta sobre la necesidad de dar a conocer que en los Centros de Salud Familiar (Cesfam) de la Atención Primaria de Salud (APS) existen Programas de Salud Cardio Vascular (PSCV), en los cuales se realizan controles médicos, de enfermería y nutricionales, por parte de diferentes profesionales de la salud en búsqueda de un óptimo tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular.

Aumento de prevalencia

Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) del Ministerio de Salud, entre 2009 y 2010 existía una prevalencia de 2,2% en el ACV. En la última ENS de 2016 a 2017, aumentó a 2,6% a nivel nacional.

“Esto tiene múltiples explicaciones, ya que existe un deficiente control en los factores de riesgo cardiovascular”, explica el profesional. “No obstante, la mortalidad del ACV ha disminuido y se realizan mayores diagnósticos de dicha enfermedad”, asegura.

“Un adecuado control de los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia, tabaquismo, sedentarismo, entre otros factores; es la mejor forma de prevenir el padecimiento de un ACV. Ahora, si ya padecimos uno, existe el riesgo de presentar nuevos episodios de ACV, por lo que es fundamental tener una buena adherencia a tratamiento, no perder controles médicos y tener una vida sana”, recalca el experto.

¿A qué edad se puede presentar esta patología y cuáles son sus síntomas?

Si bien el ataque cerebrovascular es más frecuente en adultos mayores, puede ocurrir a cualquier edad. “Hoy en día, es cada vez más habitual ver pacientes hospitalizados con ACV menores de 50 años”, afirma el Dr. Queirolo.

Por otra parte, y debido a la pandemia del Covid-19, los últimos meses han aumentado los casos severos asociados a patologías de base descompensadas como presión arterial, niveles de glicemia y colesterol elevados.

“Esto nos hace inferir que, durante los años de pandemia, por diferentes factores, un gran porcentaje de la población de riesgo no acudió a sus controles y dejó de tomar sus respectivos remedios, provocando una descompensación de los factores de riesgo cardiovascular y aumentando el riesgo de padecer esta enfermedad”, señala el especialista.

Para tener una mayor probabilidad de tratamiento oportuno es relevante consultar de forma inmediata en un servicio de urgencia ante la sospecha de los siguientes signos y síntomas:

• Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo. Se puede experimentar confusión, dificultad para articular las palabras o para entender lo que se dice.

• Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna. Esto a menudo afecta solo un lado del cuerpo. Se recomienda tratar de levantar ambos brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo comienza a caer, es posible que se esté frente a un accidente cerebrovascular. Además, un lado de la boca puede caerse al intentar sonreír.

• Problemas para ver en uno o ambos ojos. Repentinamente, se puede tener visión borrosa o ennegrecida en uno o ambos ojos, o ver doble.

• Dolor de cabeza. Un dolor de cabeza súbito y grave, que puede estar acompañado de vómitos, mareos o alteración del conocimiento puede indicar que se está teniendo un accidente cerebrovascular.

• Problemas para caminar, tropezar o perder el equilibrio. También pueden manifestarse mareos repentinos o pérdida de coordinación.

“La importancia de detectar que alguien está cursando un ACV es vital y la prontitud de su consulta en un centro asistencial es de suma importancia”, aconseja el neurólogo.

Para esto, advierte el Dr. Queirolo, “es fundamental que los hospitales cuenten con equipos de urgencia capacitados para el tratamiento de dicha patología, lograr la cobertura de un neurólogo de turno y tener unidades especializadas para el tratamiento adecuado de estos pacientes (Unidades de Tratamiento de Ataque Cerebrovascular, UTAC)”.

Compartir este artículo

Artículos relacionados