Esquizofrenia: avances buscan una mayor comprensión de sus orígenes y nuevos caminos para su tratamiento

La esquizofrenia es una de las enfermedades del neurodesarrollo más reconocidas por la mayoría de la población. Pese a ser considerada una patología relativamente infrecuente -de 0,7 a 1% de la población mundial-, ésta ha sido ampliamente representada en la ficción y abordada desde la prensa.

Rocío Mayol Troncoso, psicóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile e investigadora del programa internacional Accelerating Medicines Partnership Schizophrenia (AMPS), cree que existe un estereotipo sobre la enfermedad, empezando por su denominación, ya que comúnmente se usa el nombre de «esquizofrénico o esquizofrenia», cuando la terminología correcta es persona afectada con esquizofrenia.

En la misma línea está el Dr. Pablo Gaspar, académico del Departamento de Psiquiatría Norte y Neurociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e investigador AMPS, quien destaca que pese a no ser una enfermedad frecuente, posee una gran carga producto de la discapacidad que provoca al iniciarse en el estado clínico.

“Generalmente se presenta a los 17 o 18 años y debuta con síntomas muy floridos, dentro de lo que la gente comúnmente conoce como alucinaciones, delirio”, afirma el psiquiatra.

Frente a ello, según describe Rocío Mayol, los principales marcadores para su detección han sido indicadores inflamatorios o de los niveles de cortisol.

“Últimamente se ha evidenciado el aumento de cortisol, no como indicador de enfermedad psiquiátrica en sí, sino que como indicador de presencia de estrés”, detalla.

Nuevos tratamientos

En el último tiempo se han desarrollado distintos estudios que trabajan en la búsqueda de tratamientos que pueda anticipar la detección de la esquizofrenia, y uno de los más recientes es el desarrollado por científicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.

Los profesionales identificaron que la comunicación neuronal defectuosa presentada por personas con esta enfermedad tendría su origen durante la etapa fetal, lo que permitiría generar patrones de predicción más tempranos.

Así lo describe la Dra. Verónica Palma, una de las desarrolladoras del proyecto y directora del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, quien junto a otras investigadoras e investigadores, toman biopsias de muestras de piel para recrear un ambiente similar, pero no idéntico al que se da en el cerebro durante sus etapas tempranas y así contrastarlo con su estado actual.

“En el laboratorio podemos estudiar qué está fallando, por ejemplo, en la comunicación entre estos distintos tipos celulares (…) ¿y cuál es la gracia? Que lo podemos estudiar en una placa y no en el útero cuando lo tenemos acceso”, señala Palma.

La tesista de Ingeniería en Biotecnología Molecular de la Facultad de Ciencias, Delia Garrido-Jara, explica que esto se basaría en el trabajo realizado en 2006 por el investigador japones, Shin’ya Yamanaka.

“Esto es algo súper reciente, o sea, no tiene más de 20 años, y la verdad es que con el dinero y los protocolos, el potencial de esto es tremendo. Nuestro objetivo es seguir escalando esto”, comenta.

Fuente: Universidad de Chile.

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