Un estudio demostró que tan solo ocho semanas de ejercicio pueden ayudar a restaurar la sensibilidad a la insulina del cerebro en adultos con sobrepeso severo, lo que abre nuevas posibilidades terapéuticas para reducir los factores de riesgo de obesidad y diabetes en el futuro, de acuerdo a un trabajo realizado por el DZD, el Hospital Universitario de Tubinga y el Helmholtz de Múnich (Alemania), y que se ha publicó en ‘JCI Insight’.
Tal y como recuerdan los investigadores, si el cerebro deja de responder correctamente a la hormona insulina (resistencia a la insulina), esto también tiene un efecto negativo en el metabolismo del cuerpo y en la regulación del comportamiento alimentario.
En el estudio, participaron catorce mujeres y siete hombres de entre 21 y 59 años con un índice de masa corporal de entre 27,5 y 45,5. Se utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (IRM) para determinar la sensibilidad a la insulina en el cerebro antes y después de ocho semanas de entrenamiento de resistencia monitorizado.
El resultado mostró que el programa de ejercicio mejoró la acción de la insulina en el cerebro hasta el nivel de una persona con un peso saludable.
«La intervención de ejercicio aumentó la actividad estimulada por la insulina en las regiones cerebrales que son responsables, entre otras cosas, de la percepción del hambre y la saciedad y de la interacción de la motivación, la recompensa, la emoción y el comportamiento de ejercicio», comentó la doctora Stephanie Kullmann, científica del DZD.
La mejora de la sensibilidad a la insulina en el cerebro tuvo efectos positivos en el metabolismo, la sensación de hambre disminuyó y la grasa visceral poco saludable se redujo.