Un estudio reveló que Chile es el país con mejor índice de acceso y calidad de atención de salud de América Latina.

El análisis publicado por la revista The Lancet y realizado por investigadores del Instituto de Métricas y Evaluaciones de la Salud de la Universidad de Washington, evaluó la evolución del índice de acceso y calidad de la atención en los sistemas sanitarios de 204 países desde 1990 hasta 2019.

Chile obtuvo 70,9 puntos de 100, seguido por República Dominicana (70,6), Cuba (66,2), Costa Rica (64,7) y Uruguay (64,7). Le siguen Colombia (61,1), Perú (60), Argentina (59,9), Venezuela (54,1) y Brasil (53).

El exsubsecretario de Salud Pública Jaime Burrows, explicó que este resultado responde a que “en los 30 años pasados se hizo mucho en salud en Chile, la inversión pública ha aumentado varias veces y se ha invertido tanto en infraestructura, como en equipamiento, preparación del personal, mejorías de capacidades técnicas y número de profesionales, y eso ha tenido un impacto en el acceso a la salud”.

“Creo que Chile tiene uno de los mejores sistema públicos de la región”, agregó en declaraciones que publica Cooperativa.cl.

Chile también destaca como uno de los países de la región que más aumentó el acceso y la calidad en el período medido, con un alza de 21,9 puntos.

Estudio mundial

A nivel mundial, el índice de acceso y calidad de atención de salud aumentó, en general, en 19,6 puntos, así como entre los jóvenes (22,5), grupos de edad que trabajan (17,2) y en adultos mayores (15,1).

El estudio puntualizó que si bien siguen existiendo brechas entre los niveles social y económico, y los de acceso y calidad en los sistemas de salud de los distintos países, se ha comenzado a dar una convergencia en el grupo más joven de la población, que demostró una señal de la reducción de las «disparidades» en el acceso y la calidad de la atención médica.

Por otro lado, la divergencia en los grupos en edad de trabajo y adultos mayores indica que el acceso y la calidad de la atención están rezagados en los niveles más bajos de desarrollo social y económico, por lo que el estudio estimó que para satisfacer las necesidades de dicha población, los sistemas de salud deben mejorar el acceso y avanzar en los más jóvenes.