Ante la llegada de las altas temperaturas y el inicio de las vacaciones, la Dra. Sandra Aguilera, de la Nueva Clínica Cordillera, advierte que en recintos recreativos, piscinas públicas y hogares falta prevención en las medidas de higiene para evitar contagios de enfermedades e infecciones.
La humedad y el calor presentes en estos lugares son factores ideales para la proliferación de bacterias, hongos y patógenos en general, explicó la especialista.
Esta combinación, detalló la Dra. Aguilera, facilita la posibilidad de contraer enfermedades, tales como la cistitis, conjuntivitis, hongos en los pies, otitis o candidiasis, entre otras.
“Si bien, todo apunta a que este verano pasaremos unas vacaciones sin restricciones de movilidad, igualmente se recomienda respetar los aforos, el distanciamiento social, el frecuente lavado de manos”, sugirió.
Prevención
Según un estudio publicado en 2018, las actividades acuáticas recreativas están relacionadas con 90 millones de enfermedades, siendo la natación uno de los principales catalizadores de enfermedades gastrointestinales, infecciones respiratorias, de oídos y de la piel.
“La temporada de piscinas es una de las épocas más esperadas del año, siendo el principal período de descanso de los chilenos, por ello invitamos a todos a participar de estos espacios, pero con medidas de cuidado a fin de prevenir enfermedades”, subrayó la experta.
Las recomendaciones que entrega la especialista son:
• Retardar el contacto de los niños con las piscinas, idealmente hasta los 4 años.
• Si el menor tiene asma o alergia a la piel, se recomienda el uso solo de piscinas cloradas.
• No orinar ni tragar agua.
• Tras salir de la piscina, enjuagarse en la ducha inmediatamente.
• Usar lentes de natación de buena calidad, a fin de evitar irritación o infección ocular. Los de contacto deben ser retirados antes del baño.
• Preferir establecimientos que garantice una correcta mantención de piscinas.
• Artículos como la toalla, el gorro, las gafas y el calzado son de uso personal y no deben ser intercambiados.
• Ducharse después de una jornada de piscinas, en especial en recintos abiertos, para retirar de la piel los gérmenes y restos de productos de higiene adheridos en la piel.
Intoxicación por cloro
Cuando se sobrepasa la barrera de concentración óptima de cloro es posible sentir síntomas tales como irritación en mucosas, ardor en la garganta, piel, ojos, lagrimeo y la sensación de cuerpo extraño.
En caso de intoxicación, la Dra. Aguilera afirma que, si bien es poco frecuente, es recomendable “retirar el traje de baño y lavar la zona afectada con agua tibia libre de cloro por 15 a 20 minutos mientras se traslada a un centro asistencial donde serán mejor evaluadas las quemaduras y el estado general del paciente para luego comenzar un tratamiento específico según la gravedad”.
En caso de dolor en los ojos, secreción, coloración intensa de la piel, hinchazón de párpados, compromiso visual o inflamación ocular, la médico señala que se debe consultar con un especialista o acudir al área de urgencia más cercana.
Cuidar la piel
En relación a la exposición solar, la especialista plantea que “la radiación ultravioleta está presente todo el año, sin embargo, en estos meses de mayor calor es importante protegerse aún más del sol”.
“El uso indispensable de bloqueador solar, de al menos factor UV 50, debe ser retocado frecuente e idealmente que sea resistente al agua. Este debe ser aplicado entre 20 a 30 minutos antes de exponerse al sol y aplicado cada dos horas”, puntualiza Aguilera.
Para la médico, es fundamental también utilizar ropa especial para la protección ante los rayos ultravioleta y evitar la exposición a la luz solar en los horarios más cercanos al medio día para prevenir quemaduras, que se manifiestan con un leve enrojecimiento y ardor hasta la formación de vesículas o ampollas que evolucionan hacia la descamación de la piel.