La Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem) dio inicio a la campaña “No más Fuegos Artificiales”, que tiene por finalidad prevenir las quemaduras durante las celebraciones de fin de año.
Según datos entregados por Carabineros, los decomisos de elementos pirotécnicos aumentaron en un 80%. En detalle, durante el 2019 se registraron 187.696 eventos de denuncias e incautaciones, mientras que en 2021 se lograron decomisar 337.721 unidades de distinta especie tales como bengalas, petardos, etc.
“Esta situación es tremendamente compleja debido al alto riesgo de lesiones de quemaduras por su uso y la posibilidad de explosiones en lugares de venta y acopio. Es nuestra responsabilidad cuidar a los niños y velar porque no sufran quemaduras”, señaló el Dr. Jorge Rojas Zegers, presidente ejecutivo de Coaniquem.
Prohibición total
La venta al público de fuegos artificiales se encuentra totalmente prohibida y puede ser denunciada por cualquier ciudadano. Las querellas por este motivo van directamente a los Juzgados de Garantía.
Coaniquem lleva 43 años preocupándose de disminuir lesiones por quemaduras, por lo que el Dr. Rojas enfatizó en que no se pueden usar, comprar o vender fuegos artificiales de uso doméstico, según lo exige la Ley 19.680 promulgada en mayo del año 2000.
El coronel Rodrigo Soto Troncoso de la Prefectura Santiago Occidente, señaló que “Carabineros realiza planes operativos durante todo el año, pero especialmente en estas fechas tan emblemáticas, porque las personas creen que el fuego artificial es un método o un mecanismo para poder celebrar y están totalmente equivocadas”.
El seremi de salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto Brandt, afirmó que “estamos en alerta y desde hace varios meses trabajando en un plan de fiscalización de Navidad segura y año nuevo tranquilo. Lo ideal es avanzar a tener cero casos”.
Vigilancia epidemiológica
Cada año se realiza una vigilancia epidemiológica de los casos de quemaduras a causa de fuegos artificiales en menores de 15 años en el periodo comprendido entre el 6 de diciembre y el 6 de enero.
Según datos de Coaniquem, se contactaban alrededor de 400 servicios de urgencia pediátricos públicos y privados a lo largo del país para que notificaran sus casos. Sin embargo, desde hace dos años se sumaron 1.200 centros de atención primaria.
“Esta vigilancia permite identificar la cantidad de víctimas de quemaduras por fuegos artificiales, levantar alertas si hay aumentos y medir la evolución de este problema”, señaló la institución.
Según los casos reportados a Coaniquem por servicios de atención en salud públicos y privados a nivel nacional, entre el 6 de diciembre de 2021 y el 6 de enero de 2022, 7 menores, entre los 6 y los 14 años de edad, resultaron quemados por fuegos artificiales.
