La Organización de Naciones Unidas (ONU) destacó que el acuerdo de proteger el 30% de tierras, zonas coteras y aguas continentales del planeta para finales de la década, es un avance para que la biodiversidad siga entregando innumerables beneficios a la salud y la medicina.
La importancia de esta relación radica principalmente en que “la mayoría de las medicinas prescritas en los países industrializados proceden de compuestos naturales producidos por animales y plantas, y mil millones de personas en el mundo en desarrollo depende de plantas médicas tradicionales para la atención primaria de la salud”, señaló la institución.
Algunos ejemplos son la morfina procedente de las amapolas de opio, la quinina antipalúdica producida por la corteza del árbol cinchona de América del Sur y el antibiótico de la penicilina que generan unos hongos microscópicos.
Otro tratamiento no tan conocido es uno de los primeros medicamentos contra el VIH, que provino de una gran esponja de aguas poco profundas que vive en el Caribe, que además originó antivirales para tratar el herpes y sirve como fuente del primer medicamento contra el cáncer de origen marino autorizado en Estados Unidos.
La ONU también resaltó que los microbios descubiertos en el suelo de Isla de Pascua en nuestro país, combaten las enfermedades del corazón al reducir el colesterol.
Laboratorio viviente
En la actualidad se estima que solo han sido identificadas alrededor de 1,9 millones de especies, algunas de ellas poco estudiadas, y se cree que existirían millones más que son completamente desconocidas.
“Todo lo vivo es el resultado de un complejo laboratorio viviente que ha estado realizando sus propias pruebas clínicas desde que comenzó la vida hace aproximadamente 3700 millones de años”, plantea la ONU.
Oso polar
El oso polar podría ser un valioso aliado para desarrollar diversas curas para la salud humana, ya que estos animales han desarrollado naturalmente «soluciones» a problemas como la diabetes tipo II, la osteoporosis y la insuficiencia renal.
Esta especie amenazada de extinción, acumula grandes cantidades de grasa antes de hibernar. Sin embargo, a pesar de tener grasa en un grado que pondría en peligro la vida de los seres humanos, aparentemente son inmunes a la diabetes tipo II, dice la ONU.
Otra de sus características es que permanecen inmóviles durante meses, pero sus huesos no sufren cambios. Además, mientras están inactivos, no orinan, pero sus riñones no se dañan.
“Si entendiéramos y pudiéramos reproducir cómo los osos administran su grasa, cuidan sus huesos y desintoxican los desechos mientras hibernan, podríamos tratar, y tal vez incluso prevenir, la diabetes tipo II, la osteoporosis y la insuficiencia renal en los humanos”, enfatiza la institución en un artículo publicado en su plataforma digital.
Conocimiento médico
La biodiversidad no solo proporciona compuestos químicos para desarrollar medicamentos, sino que también varias especies han ayudado a revolucionar el conocimiento médico.
El pez cebra, por ejemplo, ha entregado referencias de cómo se forman los órganos, especialmente el corazón. El gusano redondo microscópico ha llevado a la comprensión de la muerte celular programada o apoptosis, que no solo regula el crecimiento de los órganos, sino que, cuando se interrumpe, puede causar cáncer.
En el caso de la mosca de la fruta y las especies bacterianas fueron los principales contribuyentes a la investigación que cartografió el genoma humano.
“Todo ello ilustra que puede haber especies no descubiertas que posean atributos que las hagan particularmente adecuadas para estudiar y tratar enfermedades humanas. Si estas especies se pierden, sus secretos se perderán con ellas”, advierte el comunicado.
Enfoque colaborativo
Para la ONU, es clave que las organizaciones encargadas de preservar la biodiversidad den a conocer que la salud de los seres humanos es dependiente de los animales, plantas y microbios que comparten este planeta.
“Esto hace que el enfoque de salud sea un enfoque colaborativo, multisectorial y transdisciplinario que reúne a diversas agencias intergubernamentales, gobiernos y actores locales y regionales para abordar la salud humana y la salud ambiental juntos para minimizar el riesgo de enfermedades futuras”, subraya el artículo de la ONU.
Fuente: ONU.