¿Es posible lograr inocuidad alimentaria ante el progresivo aumento de la población mundial?

El secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria (Achipia), Diego Valera, señaló que, ante el aumento progresivo de la población mundial, se deben realizar nuevos esfuerzos para proteger la inocuidad alimentaria.

En el planeta actualmente viven ocho mil millones de personas y se estima que en 2050 la cifra llegue a los 11 mil millones. “Todo lo anterior implica grandes desafíos en materia de vivienda, transporte, empleo, educación, salud y trabajo, pero por sobre todo un desafío enorme en términos alimentarios”, indicó Valera en una columna de opinión.

En su reflexión, el profesional recordó que “tras los desastrosos efectos de la pandemia de Covid-19 el mundo volvió a presenciar un aumento preocupante de la inseguridad alimentaria y problemas de salud asociados a la nutrición”.

“Los sistemas de producción están hoy virando hacia formas sostenibles de producción; gobiernos y ciudadanos presionan por un cambio en esa dirección, tras las consecuencias antrópicas asociadas al cambio climático y a la necesidad de preservación ambiental y cultural”, afirmó.

Alimentos saludables

Diego Varela se cuestiona “¿qué tan preparados estamos para producir y comercializar alimentos inocuos, saludables y sostenibles a toda esta población en creciente expansión, considerando que hoy el acceso, la calidad y la forma de producirlos son un factor de alta consideración?”.

“Esto requiere un impulso de acción mundial”, expone el secretario ejecutivo de Achipia. La editorial detalla que el reporte de Naciones Unidas para 2021 elevó a 828 millones las personas que padecen hambre en el mundo, lo que supone un aumento de 46 millones en 2020 y de 150 millones desde que se inició la pandemia.

“Aquí no sólo se trata de políticas redistributivas que equilibren producción y acceso a alimentos en una economía globalizada, dependiente de insumos que provienen de todas partes del orbe, sino además de la necesidad de establecer la inocuidad y la calidad de los alimentos como factor sine qua non y no como un atributo vinculado al precio de los productos”, recalcó.

Políticas públicas

En el caso de las acciones particulares de política, Varela advierte que “los países deben seguir fortaleciendo sus sistemas nacionales de control de alimentos, mejorar sus políticas en torno al desperdicio, buscando hacer más eficiente y sostenible el sistema productivo y las formas de consumo”.

Es necesario, añadió, “propender a formalizar institucionalmente la evaluación de riesgos alimentarios en base a evidencia, involucrando aspectos locales que permitan el desarrollo de más y mejor normativa y regulación”.

El secretario ejecutivo concluyó su análisis planteando que “todo esto es aún mejor si se hace en el marco de una Política Nacional de Inocuidad y Calidad de los Alimentos, consensuada a partir del compromiso tanto del sector público como del privado, relevando y mejorando todos los aspectos que permitan la producción de alimentos en forma segura, suficiente y sostenible como factores inherentes a lo que entendemos por alimentos y alimentación”.

Fuente: Achipia.

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