Especialista entrega recomendaciones para prevenir la aparición de várices

Entre un 20 y 30% de la población adulta tiene várices o insuficiencia venosa crónica, que se refiere al desorden circulatorio más frecuente y que afecta cinco veces más a mujeres que a hombres.

Este problema de salud se caracteriza por la aparición de venas que protruyen de la piel, se ven de color violeta o azul oscuro, parecen retorcidas, suelen estar acompañadas de piernas hinchadas y sensación de pesadez.

Una vez que la persona desarrolla várices, por lo general nunca retroceden espontáneamente y en la mayoría de los casos progresan.

El Dr. Lucien Chassin-Trubert, cirujano vascular de la Clínica Universidad de los Andes, afirma que “a pesar de ser una enfermedad muy reconocible, muchas personas lo asocian a envejecimiento y desconocen que es una enfermedad crónica irreversible y, por lo tanto, no lo tratan”.

Posibles complicaciones

Cuando las várices son pequeñas, generalmente son solo un problema cosmético, pero cuando aumentan de tamaño, están azuladas, hinchadas y retorcidas, dejan de ser solo antiestéticas y pueden causar una variedad de complicaciones.

• Cambio de color
Puede ocurrir una decoloración marrón grisácea severa de los tobillos, que, en la mayoría de los casos, es permanente y se conoce como lipodermatoesclerosis.

• Formación de úlceras
Estas se pueden desarrollar a partir de várices de larga duración. Por lo general, se observa una mancha descolorida en la piel antes de que se forme una úlcera, la que es extremadamente difícil de tratar y requiere meses de manejo.

• Coágulos sanguíneos
En algunas ocasiones, la sangre dentro de los paquetes varicosos puede coagularse y producir una trombosis, este fenómeno se conoce como tromboflebitis.

• Sangrado
Si la várice cerca de la piel revienta debido a un trauma, el sangrado puede ser significativo y generalmente requiere atención médica.

“Es importante prevenir que la insuficiencia venosa crónica llegue a un estado irreversible o a complicaciones como las mencionadas anteriormente, ya que en estos casos el tratamiento es más complejo y puede requerir hospitalización”, enfatiza el cirujano vascular.

Medidas de prevención

El especialista advierte que la clave para prevenir la aparición de várices es aumentar el tono muscular y el flujo sanguíneo en las piernas. En este sentido, las mismas medidas que se toman para tratar su malestar pueden ayudar a prevenirlas.

• Evitar el uso de tacos altos, calcetines ajustados y ropa ceñida.
• Evitar permanecer de pie durante mucho tiempo.
• Cambiar regularmente la posición de sentado o de pie. Al sentarse, evitar tener las piernas cruzadas.
• Si está de pie estático o sentado durante períodos prolongados, tomar un descanso cada 30 minutos y moverse.
• Seguir una dieta rica en fibras y con bajo contenido de sal.
• Hacer ejercicio regularmente.
• Levantar las piernas por encima de la altura del corazón al estar sentado o acostado por largo tiempo.
• Utilizar medias de compresión, ya que ayudan mecánicamente a impulsar el retorno de la sangre venosa el corazón, impidiendo que se produzcan estiramientos o heridas. Su uso está especialmente indicado en los meses de verano, ya que con temperaturas superiores a los 25°C existe riesgo de empeoramiento de los trastornos asociados al retorno venoso.
• Evitar la exposición al sol durante largas horas, tumbados y sin moverse, y sobre todo durante las horas de máximo calor, lo que conduciría a un efecto vasodilatador intenso y prolongado.
• Aplicar duchas de agua fría en las piernas, haciendo que el chorro impacte en círculos ascendentes. También se pueden utilizar geles de efecto frío mediante masajes suaves.
• Evitar el sobrepeso, la obesidad y la vida sedentaria.
• Hidratar la piel a diario.
• Utilizar protección solar todo el año, ya que ayuda a reducir la extravasación sanguínea.

Fuente: Clínica Universidad de los Andes

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