La revista médica The Journal of the Alzheimer’s Association publicó el trabajo de un grupo de expertos que revisaron la repercusión del tratamiento a lo largo del tiempo y la necesidad de usar terapias combinadas a nivel clínico para retrasar el avance del Alzheimer.
El artículo consignó que la dilación tiene beneficios significativos para los pacientes y sus familias, especialmente en las etapas iniciales de la enfermedad cuando la cognición y la memoria aún están total o mayormente intactas.
“Es poco probable que una intervención única en los cambios neurológicos asociados con la demencia tenga un gran efecto clínico por sí sola. Para lograr mayor repercusión, se necesitan terapias combinadas, de la misma manera en que hoy se tratan la presión arterial elevada y el cáncer”, destaca la publicación.
Resultados significativos
El grupo de trabajo que reunió Alzheimer’s Association analizó la forma en que los pacientes, las familias y la comunidad científica evalúan qué es importante cuando se trata de retrasar el avance del Alzheimer.
“Retrasar el deterioro neurológico, incluso de cuatro a seis meses, en las etapas iniciales de la enfermedad, puede derivar en la conservación de la función de los pacientes, lo que puede ser muy importante para ellos y sus familiares”, afirma el neurólogo Ronald Petersen, miembro del equipo y autor principal del artículo.
“Cuanto más tiempo una persona pueda retrasar la pérdida de independencia y continúe participando en actividades cotidianas, más significativos serán estos resultados”, subraya el experto.
A lo largo de un ensayo clínico de 18 meses, “se espera razonablemente que la repercusión observada de una intervención única sea bastante modesta”, dice el Dr. Petersen. Sin embargo, “si la terapia se prolonga por más tiempo y su eficacia se sostiene, los beneficios acumulados serán más evidentes”, agrega.
Decisiones compartidas
El grupo de trabajo reconoció que es necesario modificar las expectativas de una intervención única sobre un conjunto complejo de procesos neurodegenerativos, “pero el último avance con fármacos recientemente aprobados contra la enfermedad de Alzheimer es un primer paso muy importante”.
Según el artículo, la interpretación de la importancia clínica será parte de las conversaciones que los médicos tendrán con los pacientes y sus familiares cuando estén considerando los beneficios, los riesgos y las dificultades posibles de las terapias recientemente aprobadas para tratar la enfermedad de Alzheimer.
El Dr. Petersen señaló en una entrevista con la red informativa de Mayo Clinic, que este es “un proceso de toma de decisiones compartido en el que los pacientes y los familiares hablan con sus médicos sobre cualquier tratamiento posible”.
“A medida que analizamos la importancia clínica de retrasar el avance de la enfermedad de Alzheimer, se deben acordar expectativas realistas sobre los beneficios y los riesgos”, advierte el investigador.