Especialista explica por qué practicar natación es tan beneficioso para la salud

La natación es uno de los deportes más completo que existe, ya que, al practicarlo, se utilizan dos tercios de los músculos de todo el cuerpo potenciando la fuerza, resistencia y flexibilidad al mismo tiempo.

Además, este ejercicio desgasta menos las articulaciones que otras prácticas deportivas porque, al flotar, el cuerpo no recibe el impacto de superficies duras evitando los micro traumas que provocan lesiones.

Según explica el traumatólogo Juan Eduardo Santorcuato, especialista en Medicina Deportiva de la Clínica Universidad de los Andes, esto ocurre porque “en el agua, el peso de una persona es aproximadamente el 10% de su peso normal, y el margen de movilidad es mucho mayor”.

El especialista agrega que nadar ayuda a mantener flexibles las articulaciones, especialmente el cuello, los hombros y la pelvis. Además, destaca que practicando este ejercicio, se consume hasta un 10% más de oxígeno y el corazón bombea hasta un 18% más de sangre, mejorando la circulación sanguínea y aumentando la resistencia cardiorrespiratoria.

Salud mental y sobrepeso

Los beneficios que entrega la natación, no sólo tienen relación al aspecto físico, sino que también influyen en la salud mental. Al concentrarse en la respiración, el cuerpo se relaja, reduciendo la sensación de estrés.

Paralelamente, el cuerpo libera endorfinas, hormona que reduce los niveles de ansiedad y mejora el estado de ánimo, aumentando la sensación de placer.

Este deporte implica un alto nivel de actividad física, por lo que es considerado como una excelente herramienta para controlar el sobrepeso y la obesidad.

En condiciones óptimas, y dependiendo de la intensidad con que se practique, la natación permite quemar entre 500 y 600 calorías por hora.

Un deporte transversal

Como indica el Dr. Santorcuato, la natación beneficia a personas de todas las edades con diferentes condiciones, siendo altamente recomendada para:

• Embarazadas, pacientes con artritis y quienes padecen problemas de espalda y de peso.
• Personas con afecciones pulmonares como el asma, ya que pueden respirar más fácilmente en ambientes húmedos como los que hay en las piscinas temperadas.
• Adultos mayores, quienes además de mantener la fuerza física, pueden mejorar su coordinación motora y reducir el riesgo de sufrir caídas y fracturas de cadera.
• Quienes tienen diabetes y deben practicar actividad física para disminuir la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
• Niños, para quienes no solo es fundamental aprender a nadar, sino que también les permite mejorar la capacidad de aprendizaje, pues la práctica constante de este deporte activa los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro, lo que implica una mayor cognición y un aprendizaje más fácil.
• Personas que sufren de várices, ya que la natación favorece la circulación sanguínea, siendo una buena forma de aliviar la pesadez de las piernas.
• Para quienes quieren mejorar la memoria, puesto que la respiración que se pone en práctica al nadar ayuda a oxigenar el cerebro, mejorando su capacidad, al tiempo que la coordinación motriz favorece la formación de nuevas uniones neuronales.
• Quienes necesitan reducir el colesterol, ya que este deporte contribuye a disminuirlo.
• Mujeres que sufren de osteoporosis tras la menopausia, ya que la natación hace trabajar más los músculos, lo que a su vez ayuda a conseguir una mayor densidad ósea.

Posibles lesiones

Si bien este deporte produce menos lesiones que otros de mayor impacto, a nivel competitivo, los hombros son las articulaciones más afectadas, debido a su mayor movimiento. Esta lesión es conocida como “hombro del nadador”.

Además, se pueden producir dolores cervicales, lumbares (parte baja de la espalda) y hoffitis (irritación de la almohadilla de grasa a nivel de la rodilla).

Otras enfermedades, que no se dan por el deporte en sí mismo, sino por el medio acuático en que se practican, son la otitis externa u oído del nadador y alteraciones dermatológicas.

“Es importante poner atención a las molestias que se produzcan durante su práctica. Si se vuelven reiterativas, es recomendable solicitar una atención médica para poder diagnosticar a tiempo y tener una pronta mejoría. De lo contrario se pueden producir lesiones que pueden empeorar con el tiempo e incluso volverse crónicas”, advierte el Dr. Santorcuato.

Fuente: Clínica Universidad Los Andes.

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