Buscan desarrollar un “inodoro inteligente” que detecte posibles enfermedades

Científicos de la Universidad de Stanford en California (Estados Unidos) buscan desarrollar un “inodoro inteligente” que detecte eventuales enfermedades a través del análisis de las heces y la orina.

Los investigadores están transformando la clásica y omnipresente tasa en un dispositivo de detección y monitoreo de alta tecnología, que incorpora inteligencia artificial y está conectado a la nube.

Uno de los prototipos está en la casa del investigador de Stanford, el Dr. Seung-min Park, a quien, en el sitio web de la universidad, se le atribuye ser el inventor del inodoro Precision Health.

Además de todos los parámetros de salud que son evaluados por el inodoro inteligente, el dispositivo también registra cada depósito, lo que brinda al usuario un recuento completo cada 87 días. Como un verdadero laboratorio en el hogar, el equipo de investigación de Stanford ve el inodoro inteligente destinado a los baños de todo el mundo.

Monitoreo pasivo

En un informe publicado en Science Translational Medicine, Park y sus colegas describen el sistema como un “monitoreo pasivo”, un método no invasivo que está diseñado para usar inteligencia artificial para extraer información de salud vital de los desechos humanos.

“Creemos que hay una barrera psicológica. Ese es uno de los factores que más impiden el desarrollo de inodoros inteligentes”, dijo Park durante un podcast de la revista Science, refiriéndose a los escasos avances en el uso de inodoros inteligentes para el control de la salud a gran escala.

“La gente simplemente piensa que está demasiado sucio o que es desagradable. Incluso los científicos creen que no es un tema que valga la pena investigar. Esa es la razón por la que comencé este proyecto en la Facultad de Medicina, porque (los profesionales de la salud) siempre están lidiando con una sustancia humana, como sangre, orina y heces todos los días. Son más abiertos de mente al tratar con los excrementos humanos”, planteó.

Entre los datos de salud extraídos del inodoro, el modelo inteligente registra el color de la orina y la morfología fecal.

“Esa es información muy importante para los médicos”, resaltó Park, quien agregó que “hablé con varios médicos gastrointestinales y de urología y están muy ansiosos por conocer ese tipo de parámetros”.

Detección temprana

Los inodoros inteligentes de Stanford tienen el potencial de detectar una variedad de datos de salud utilizando la visión por computadora y el aprendizaje profundo.

Uno de ellos detecta ciertos tipos de cáncer, como los tumores malignos urológicos y colorrectales. Así, una prueba de detección en un futuro no muy lejano podría significar un simple viaje al baño. Y en el caso de análisis de heces para cáncer colorrectal, aliviaría la necesidad de enviar muestras por correo.

Otros objetivos incluyen el análisis de microbiomas, así como la detección de enfermedades bacterianas y virales y parámetros de monitoreo como la temperatura, la frecuencia cardíaca y la oxigenación.

Las heces y la orina humanas contienen una gran cantidad de información biológica, lo que eleva el perfil del inodoro humilde al aparato de referencia del siglo XXI para el control de la salud y la detección de enfermedades.

Ahora, Park y sus colaboradores visualizan sensores adicionales que pueden hacer que el inodoro sea aún más inteligente, transformando el baño promedio en un laboratorio pasivo pero sofisticado y con descarga de agua.

Las trabas de los tabúes

Como con cualquier nueva tecnología que recopila información de salud, existen preocupaciones sobre la privacidad y la ética.

Además de eso, están los tabúes en muchas culturas sobre los hábitos de ir al baño. De igual manera, la implementación del monitoreo pasivo de la salud presenta varias preguntas aún no resueltas con respecto a la seguridad y el consentimiento de los datos.

“Existen innumerables desafíos tecnológicos, de comportamiento y éticos en la recopilación de datos de la actividad y los productos de la excreción humana”, escribió Park en Twitter, refiriéndose a su invento. “Discutir eventos relacionados con el uso del baño, por ejemplo, sigue siendo socialmente inaceptable en muchas culturas”, agregó.

El investigador proyecta un sistema de inodoros inteligentes, posiblemente cientos de ellos, que brinden información precisa sobre brotes antes y con mayor profundidad.

“Creo que si tenemos una gran red de sistemas de inodoros inteligentes, será un recurso muy, muy útil para la salud pública porque sabremos dónde comenzó el brote y podremos contenerlo de manera efectiva”, manifestó.

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