Desde 2020 se conmemora cada 2 de marzo el Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes, fecha creada para concientizar y desestigmatizar los trastornos psicológicos y/o psiquiátricos que padecen quienes están en esta etapa del crecimiento humano.
La Organización Mundial de la Salud define a la adolescencia como el período que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta (entre los 10 y 19 años), estimando que aproximadamente un 25% de los jóvenes sufren problemas de salud mental cada año.
Para la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn), “este día tiene por objetivo concientizar y observar el bienestar mental de los adolescentes, cuyas patologías psiquiátricas han aumentado los últimos años”.
Las consultas de urgencia por lesiones autoinflingidas en adolescentes se han triplicado si se comparan las cifras de 2017 (2.595 casos) y 2022 (8.058 casos). Por sexo, las mujeres suman el 75,8% de las atenciones médicas por autolesiones, consignó El Mercurio.
En relación al número de atenciones del programa de salud mental en adolescentes, éstas llegaron a 1,3 millones durante 2022, la cifra más alta en los últimos seis años.
Etapa clave del desarrollo
“La adolescencia es una etapa del desarrollo humano fundamental para la formación de hábitos sociales y emocionales que impactan en el bienestar mental del individuo”, publicó en sus plataformas la Sonepsyn.
Por su parte, la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe) destacó que “se conmemora este día, con la finalidad de sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental que afrontan los adolescentes, así como desestigmatizar este tipo de trastornos y ofrecerles apoyo”.
Para los especialistas, los trastornos de salud mental más comunes en los adolescentes son los siguientes:
• Ansiedad.
• Alteración del estado de ánimo.
• Déficit de atención y otros trastornos del comportamiento.
• Trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia).
• Suicidio.
• Depresión.
• Psicosis.
• Conductas de riesgo: consumo de sustancias estupefacientes, prácticas sexuales de riesgo.
• Comportamientos de autolesión: cortarse o quemarse la piel.
Consejos para comprender la adolescencia
Según la Unicef, “los adultos no debemos acercarnos desde el miedo o reaccionando mal cuando el adolescente nos cuestione, esto no habilita el diálogo ni construye un entorno de confianza y seguridad”.
Para la organización, es de vital importancia diseñar y aplicar estrategias de apoyo de salud mental dirigidas a los adolescentes, mediante la aplicación de diversos recursos que beneficien su bienestar psicológico y que impacten de manera positiva en sus vidas, a través del aprendizaje socioemocional.
Decálogo
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona en España elaboró un decálogo para comprender y promover la salud mental del adolescente.
1. Comprender que el cerebro está cambiando. Durante la adolescencia los circuitos cerebrales se reestructuran. Se forman nuevas conexiones y otras desaparecen.
2. Modelar. Los circuitos cerebrales se moldean con las experiencias de la vida, la educación, la estimulación, y el apoyo ambiental recibidos.
3. Asumir el reto. Aprovechar que es una época única, de múltiples cambios donde se generará la oportunidad de aprender las habilidades necesarias para afrontar la vida adulta.
4. Promover una vida sana. Mantener un buen estado nutricional, estilo de vida saludable, practicar deporte físico regular, y una buena cantidad y calidad de sueño resulta fundamental para el adecuado desarrollo normal de los procesos cognitivos y conductuales.
5. Predicar con el ejemplo. No prohibir, pero sí limitar. Formarles y ayudarles a adquirir las competencias sociales adecuadas.
6. Comunicar con calidad. La comunicación cambia, tener un estilo basado en la escucha activa, la disponibilidad, la flexibilidad, la empatía, la aceptación, y por último, la asertividad y autorregulación serán claves en el desarrollo socioemocional del adolescente.
7. Negociar. Una gestión de conflictos basada en la resolución positiva será lo más beneficioso para la promoción de la salud mental y el establecimiento de unas relaciones entre padres e hijos más saludables
8. Pedir ayuda. La aparición de síntomas con intensidad y duración considerable, la disminución del rendimiento, un cambio marcado en la conducta, serán indicadores de solicitar una consulta a un especialista.
9. Acompañar. En los aciertos y en los errores. En la gestión de las dificultades y del trastorno cuando aparece.
10. Hacer red. Padres, madres, centros académicos y especialistas, comunicarnos, caminar juntos en el diálogo para facilitar al adolescente con problemas de salud mental (o sin él) el tránsito a la vida adulta.