Se estima que las consultas de urgencia por lesiones autoinfligidas en adolescentes se han triplicado desde 2017, y que el número de atenciones del programa de salud mental llegaron a 1,3 millones durante 2022, la cifra más alta en los últimos seis años.
Según la presidenta de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn), Dra. Daniela Gómez, en gran parte el aumento de casos con depresión, ansiedad, autolesiones y trastornos alimentarios que enfrenta este segmento de la sociedad se relaciona con las restricciones derivadas del Covid-19.
“La pandemia fue un trauma para muchos, y estamos en cierta forma recuperándonos de ese trauma que nos volvió más vulnerables, nos afectó, nos produjo estar más sensibles y tal vez tener menos herramientas de enfrentamiento”, sostuvo la especialista en entrevista con CienciaySalud.cl.
Las estrategias de afrontamiento se definen como métodos que las personas usan para tratar el estrés o ciertas situaciones que provocan malestar. A través de estas habilidades es posible adaptarse mejor a los eventos que causan sentimientos negativos.
“Por ejemplo, una manera de enfrentamiento que tiene el ser humano para pasar el estrés o adaptarse a situaciones que les son estresantes, es sociabilizar. Entonces, esta fue una herramienta que perdimos y he visto que muchos no la han podido recuperar, se quedaron en no poder conversar las cosas con nadie, tratar de solucionarlas solo”, explica la psiquiatra.
Los más perjudicados
“La adolescencia es una etapa del desarrollo humano fundamental para la formación de hábitos sociales y emocionales que impactan en el bienestar mental del individuo”, publicó Sonepsyn el pasado 2 de marzo en el marco del Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes.
La Dra. Gómez remarca que una de las herramientas que tiene el ser humano para solucionar su estrés o enfrentarlo es sociabilizar, y durante la pandemia “los adolescentes se vieron más perjudicados por la no sociabilización, para ellos fue tremendamente difícil”.
En este contexto, llaman la atención las cifras que muestran un aumento considerable en consultas por lesiones autoinfligidas, que como revela la especialista, “son una herramienta desadaptativa, porque hace daño y no es sana, pero permite manejar la angustia, el estrés, la frustración, lo mal que lo estoy pasando. Por esta razón ha aumentado”.
La presidenta de Sonepsyn comenta que “hubo padres que no se habían dado cuenta que sus hijos se autolesionaban, y el convivir en el día durante la pandemia, permitió que muchos vieran que sus hijos tenían alguna patología en la esfera mental de la que antes no habían podido percatarse”.
“También pasó con los trastornos alimentarios, haber dejado de comer o comer en exceso, los padres primera vez que almorzaban todos los días con los hijos y se dieron cuenta que comían en exceso, o que se pegaban atracones”, añade.
Desafíos en salud mental
Los problemas de salud mental se han vuelto más evidentes en la población en general debido a que “las personas se han hecho más conscientes y muchos han podido identificar lo que les pasa y ver que eso no era solamente que estoy cansado o me siento mal, sino que podía ser una patología”, destaca la psiquiatra.
“Creo que en los tiempos en que estamos después de la pandemia, los problemas de salud mental aumentaron muchísimo porque estamos más sensibles al estrés, por lo tanto, cualquier evento familiar, personal, laboral que nos ocurre, repercute mucho más que antes”, advierte.
Para la profesional, hay que dar la importancia que tiene este problema de salud a través de nuevas políticas públicas y de una postura de las autoridades enfocada en tener un mayor acceso y garantizar la atención de calidad.
“Aumentó la demanda, pero se mantuvo la oferta de profesionales. No creo que haya suficientes profesionales trabajando y tampoco sé si la calidad de todas las atenciones que se están dando son las adecuadas. Creo que, en esto, es algo en lo que hay que trabajar”, enfatiza.
La Sonepsyn es una sociedad científica orientada a la investigación y lo académico. Sin embargo, uno de sus desafíos, anticipa la Dra. Gómez, es abrirse hacia la comunidad para ser un aporte en salud mental y psico educar acerca de cómo adquirir herramientas, de cómo consultar, de saber qué hacer en caso que un fármaco no resulte, entre otros.