El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el pasado domingo, tuvieron conocimiento de unos nuevos datos del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades relacionadas con el origen de la Covid-19, y que fueron retirados al poco tiempo, por lo que pidió «transparencia» al país asiático.
Se trata de datos que se refieren a muestras tomadas en el mercado de Huanan, en Wuhan, en 2020. «Seguimos pidiendo a China que sea transparente a la hora de compartir datos, y que lleve a cabo las investigaciones necesarias y comparta los resultados. Comprender cómo empezó la pandemia sigue siendo un imperativo tanto moral como científico», señaló Tedros en rueda de prensa este viernes.
En concreto, estos datos fueron publicados en la página web del GISAID, una iniciativa internacional para compartir datos genómicos del virus de la gripe y del SARS-CoV-2, a finales de enero. «Mientras estuvo en línea, científicos de varios países descargaron los datos y los analizaron. En cuanto tuvimos conocimiento de estos datos, nos pusimos en contacto con los CDC chinos y les instamos a que los compartieran con la OMS y la comunidad científica internacional para poder analizarlos», explicó el director general de la OMS.
«Son algunas pruebas moleculares de muestras que se recogieron en el mercado de Huanan en enero de 2020. Estos nuevos datos aportan evidencia molecular de que algunos de los animales que estaban allí eran susceptibles a la infección por SARS-CoV-2. Y algunos de estos animales incluyen mapaches», destacó por su parte la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove.
«Por desgracia, esto no nos da la respuesta de cómo comenzó la pandemia, pero proporciona más pistas», aseguró, agregando que «hay muchos más estudios que deben llevarse a cabo».
«¿Fueron estos animales objeto de comercio? ¿Eran animales salvajes o domésticos?, ¿Dónde se criaban? Hemos pedido repetidamente que se realicen estudios en otros mercados de Wuhan y de Hubei y de toda China, para rastrear esos animales hasta sus granjas de origen para que podamos retroceder en el tiempo y ver realmente dónde fueron criados», puntualizó Van Kerkhove.
Asimismo, la OMS también pidió que se realicen pruebas serológicas a las personas que trabajaban en los mercados y a las personas que trabajaban en las granjas de las que procedían estos animales. «Hay muchas preguntas sin respuesta y esta información actualizada proporciona una pista adicional», enfatizó.
Para la epidemióloga, el «gran problema» ahora mismo es que estos datos existen y que no están a disposición de la comunidad internacional. «Esto es, ante todo, absolutamente esencial. Por no hablar de que deberían haberse puesto a disposición años antes», criticó. Además, recordó que esas investigaciones deben ponerse a disposición de las personas «que pueden acceder a ellos, que pueden analizarlos y que pueden debatir entre sí». «Esto no cambia nuestro enfoque para estudiar los orígenes de Covid-19. Solo nos dice que existen más datos, y que es necesario compartirlos en su totalidad», comentó en la rueda de prensa de este viernes.
Por su parte, el director ejecutivo del Programa de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, insistió en la importancia de aportar más pruebas para «permitir que la ciencia haga su trabajo». «En un rompecabezas, sabes que cuantas más piezas tienes en el lugar correcto, más empiezas a ver una imagen. Pero nunca estás realmente seguro de lo que estás construyendo. Nunca estás seguro de lo que hace una pieza hasta que la pones en el contexto de todas las demás», ejemplificó.
«Incluso cuando miramos hacia atrás, a los inicios de esta pandemia, seguimos mirando hacia adelante, para fortalecer las defensas del mundo contra futuras epidemias y pandemias. Esto es algo que los países deben hacer juntos. No es algo que ningún país pueda hacer solo», finalizó Tedros.
Confianza en que el Covid-19 deje de ser emergencia de salud pública internacional este año
En el tercer aniversario de la declaración de la pandemia por Covid-19, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló su confianza en que este año el Covid-19 deje de ser «emergencia de salud pública internacional».
«Confío en que este año podamos decir que la Covid-19 ha terminado como emergencia de salud pública de importancia internacional», aseguró recordando que todavía se siguen produciendo muertes por la enfermedad. «La semana pasada se registraron más de 5.000 muertes por Covid-19. Son 5.000 de más para una patología que se puede prevenir y tratar», lamentó Tedros.
Por ello, volvió a instar a la unión entre los países para ofrecer una respuesta conjunta «basada en un compromiso compartido de solidaridad y equidad», y reivindicó el ‘Pandemic Accord’, que los países están negociando ahora. «Es un acuerdo entre naciones para trabajar en cooperación mutua, no en competencia, para prepararse y responder a epidemias y pandemias», explicó Tedros.
En este punto, enfatizó en que «está siendo negociado por países, para países, y será adoptado e implementado por países, de acuerdo con sus propias leyes nacionales», insistiendo en que se respetarán las competencias de los mismos. «La afirmación de algunos de que este ‘Pandemic Accord’ es una violación de la soberanía nacional es sencillamente errónea», destacó agregando que «los países, y solo los países, decidirán lo que contiene el acuerdo, no el personal de la OMS».
Según Tedros, este acuerdo sería «un instrumento de derecho internacional», similar a los muchos otros acuerdos y tratados que las naciones han acordado. Por ejemplo, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático no otorga a las Naciones Unidas poderes para dictar las políticas de los países sobre el clima o la energía, y el Convenio Marco para el Control del Tabaco no otorga a la OMS poderes para regular el tabaco en ningún país», aclaró.
En este sentido, el papel de la OMS consistiría en ayudar a aplicar el tratado que acuerden los países, que, en un principio, recogerá todos los retos a los que se ha enfrentado el mundo «para garantizar que no se repitan los errores que se cometieron en esta pandemia».