Un estudio reveló que el Sistema de Alta Dirección Pública (ADP) permitió que la mortalidad hospitalaria cayera un 8% y que, además, aumentara sustancialmente la proporción de directores con títulos universitarios en gestión y de médicos directores con postgrados en el área de administración.
La investigación “Managers and Public Hospital Performance” fue realizada por Cristóbal Otero, PhD UC Berkeley y profesor de la Universidad de Columbia; y Pablo Muñoz, académico de la Universidad de Chile e investigador del Instituto Milenio MIPP.
El estudio utilizó registros de altas hospitalarias y defunciones, así como información sobre la identidad, antigüedad, formación académica, y características demográficas de los directores de todos los hospitales públicos entre 2001 y 2019, además de datos de insumos y procedimientos.
Con estos datos, los autores estimaron el efecto causal de la reforma en la tasa de mortalidad hospitalaria, comparando el desempeño de los recintos antes y después de que asumiera un director elegido por la Alta Dirección Pública (ADP), respecto del desempeño de los hospitales que no han adoptado la política.
La investigación también documentó que, previo a la reforma de ADP de 2003, en la práctica todos los directores eran médicos, y en su gran mayoría sin estudios en gestión y administración. Pero que tras la reforma hubo un aumento significativo en el número de directores (médicos y no médicos) con estudios en gestión.
La gestión es clave
El investigador del Instituto Milenio MIPP y coautor del estudio, Pablo Muñoz, destacó que “la selección vía ADP cambió el grupo de directores, desplazando a médicos sin estudios en gestión e incorporando directores que sí cuentan con dichos estudios. En esta línea, los directores con calificaciones en gestión lograron que los recursos otorgados por el Estado fueran mejor administrados, haciendo, por ejemplo, más eficiente el uso del quirófano y reduciendo la rotación de personal”.
“Nuestro análisis estadístico muestra que la reforma del Servicio Civil tuvo un impacto positivo en el desempeño hospitalario, y también sugiere que la formación en gestión y administración de los directores de hospitales es fundamental para mejorar y hacer más eficiente el funcionamiento de los hospitales públicos en Chile”, concluyó el académico Cristóbal Otero.