En el Día Mundial del Parkinson, que se conmemora cada 11 de abril desde 1997, el Ministerio de Salud instó a la comunidad a conocer acerca de esta enfermedad e identificar sus síntomas, señalando que un diagnóstico oportuno es clave para su tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a esta patología como una afección degenerativa del cerebro asociada a síntomas motores como lentitud de movimientos, temblores, rigidez y desequilibrio.
Además, la institución advierte que existen otras complicaciones asociadas, como el deterioro cognitivo, trastornos mentales, trastornos del sueño y alteraciones sensoriales, siendo la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer.
De acuerdo a la OMS, la enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años, estimando que para el 2030 unos 12 millones de pacientes padecerán esta afección.
Síntomas
Según Mayo Clinic, en las etapas iniciales de la enfermedad, el rostro puede tener una expresión leve o nula, es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas, y el habla puede volverse suave o incomprensible.
Los primeros signos pueden pasar desapercibidos, pero generalmente se manifiestan en un lado del cuerpo y continúan empeorando en ese lado, incluso cuando comienzan a afectar las extremidades de ambos lados.
En detalle, Mayo Clinic señala que los principales síntomas son:
• Temblores o sacudidas rítmicas que generalmente comienzan en una extremidad, como la mano o los dedos. Puede que tiemble la mano mientras se está en reposo, y que el temblor disminuya cuando se lleve a cabo alguna tarea.
• Movimientos lentos (bradicinesia). Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede retardar los movimientos, y hacer que las tareas simples resulten complicadas. También es posible dar pasos más cortos al caminar o que resulte más difícil levantarse de una silla.
• La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden causar dolor y limitar la amplitud de movimiento.
• Deterioro de la postura y el equilibrio. Es posible que se adopte una postura encorvada. Además, es posible caer o tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de Parkinson.
• Pérdida de los movimientos automáticos. Es posible que se reduzca la capacidad para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o mover los brazos al caminar.
• Cambios en el habla. Es posible hablar suavemente o rápidamente, insultar o dudar antes de hablar. El discurso puede volverse más monótono en lugar de seguir los patrones del habla habituales.
• Cambios en la escritura. Es posible que resulte difícil escribir y la letra puede parecer pequeña.
Factores de riesgo
La OMS indica que entre los factores de riesgo de la enfermedad está el aumento de la edad, aunque en algunas ocasiones las personas más jóvenes también pueden verse afectadas. En cuanto al género, las cifras señalan que afecta más a los hombres que a las mujeres.
Varios estudios, consigna la institución, han demostrado que factores ambientales como los plaguicidas, la contaminación atmosférica y los disolventes industriales podrían aumentar el riesgo de padecer Parkinson.
Si bien se desconocen las causas de la enfermedad, se cree que puede deberse a una compleja interacción entre factores genéticos y la exposición a factores ambientales como los plaguicidas, los disolventes y la contaminación atmosférica a lo largo de la vida.