La reserva ovárica es la cantidad de óvulos que una mujer tiene en sus ovarios, y cada una nace con un número limitado de ovocitos (estadio primario de un óvulo maduro) que, a causa de diferentes factores, van disminuyendo en cantidad y calidad.
El equipo de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica Las Condes señala que “la principal causa de la disminución de óvulos es la edad de la mujer”, sin embargo, existen otras causas como “antecedente de una cirugía previa en los ovarios, la existencia de endometriosis, enfermedades autoinmunes y tratamientos quimioterápicos en pacientes con cáncer”.
Los especialistas agregan que otro de los factores que incide en esta disminución “es el tabaquismo, ya que las mujeres que son fumadoras tienden a presentar un envejecimiento más rápido en sus ovarios”.
La genética también es un factor determinante porque incide en la cantidad de ovocitos con los que nacerá una mujer. A partir de los 30 años, la reserva ovárica comienza a disminuir rápidamente y desde los 35 años esta pérdida se hace aún más drástica.
¿Cómo se mide la reserva ovárica?
Según los expertos, el método más utilizado y certero para conocer la reserva ovárica de cada paciente es la medición de la hormona antimülleriana (AMH), un marcador bioquímico que a través de una muestra de sangre muestra el estado de la reserva en ese momento y que será determinante a la hora de conseguir un embarazo.
Otra forma es hacer una ecografía para un recuento visual de la cantidad de folículos que existen en los ovarios y debe ser realizado dentro de los primeros días del ciclo, entre el segundo y quinto día de la menstruación.
Valores óptimos de la AMH
El equipo de Medicina Reproductiva detalla que “cuando el valor es mayor a 2 la reserva ovárica estaría totalmente conservada. No obstante, es importante analizar la edad de la mujer ya que es frecuente encontrar un valor de 2 en una mujer de 25 a 30 años, pero cuando se mide a los 33 o 34 años, es más frecuente encontrar valores bajo 2”.
Sin embargo, “si está entre 1.8 y 1.5 la mujer puede estar tranquila. Pero en casos en donde una mujer de 30 años se hace esta medición y arroja 0.4 por ejemplo, tiene un valor más cercano a cero que a uno por lo tanto ella si está en una condición de más riesgo”, detallan.
Los médicos aclaran que “un valor muy alto de la hormona antimülleriana no significa tener mayores probabilidades de concebir, por el contrario, los valores elevados de esta podrían sugerir un síndrome de ovarios poliquísticos”.
Vitrificación de ovocitos
“Si la mujer por ahora no tiene planes de generar un embarazo, lo que normalmente hacemos es recomendarle un tratamiento de preservación de fertilidad, llamado vitrificación de ovocitos”, plantean los especialistas.
Este proceso consiste en la inducción de la ovulación con hormonas inyectables que se administran diariamente durante 10 días. A través de una ecografía, tanto al comienzo del ciclo como durante el proceso de estimulación de la ovulación, se evalúa si el crecimiento de los folículos está ocurriendo acorde a lo esperado.
“Una vez que los folículos tienen el tamaño suficiente y están maduros se realiza una aspiración folicular”, señalan.
Este procedimiento de recuperación de los óvulos es ambulatorio y se realiza bajo anestesia general, donde la paciente es dada de alta pocas horas después de la intervención, con un reposo de aproximadamente dos días.
Los óvulos extraídos son clasificados según su madurez y todos los que logren esta condición luego son congelados en tanques de nitrógeno líquido, donde pueden preservarse durante años.
Fuente: Clínica Las Condes.