Los cálculos biliares -enfermedad llamada colelitiasis- son acumulaciones de cristales (depósitos endurecidos de líquidos digestivos) que se forman dentro de la vesícula, que pueden producir mucho dolor e inflamación crónica.
El Dr. Jorge León, cirujano digestivo de la Clínica Universidad de los Andes, explica que es una patología muy habitual. Se estima que tiene una prevalencia del 27% en la población chilena, afectando más a las mujeres (37%) que a los hombres (17%).
Los cálculos biliares son el factor de riesgo más común para el cáncer de vesícula biliar que, a su vez, es una de las principales causas de muerte por cáncer en nuestro país.
“La colelitiasis es la patología que más afecta a este órgano en Chile. Hay diferentes factores: genética, la dieta y el ayuno prolongado. Esto último hace que la vesícula no se contraiga y eso facilita la formación de cálculos”, señala el Dr. León.
Cirugía
Debido a la alta frecuencia de esta patología en Chile, el especialista recomienda a todas las personas mayores de 25 años que cuando se realicen un chequeo preventivo, incluyan una ecotomografía abdominal, dado que la colelitiasis no siempre presenta los síntomas característicos que son dolor abdominal, náuseas y vómitos.
“Frente a los cálculos, el manejo o tratamiento ideal es el quirúrgico, lo que implica extirpar la vesícula, evitando así las complicaciones futuras. La función de este órgano se sustituye en forma óptima por la vía biliar”, explica el Dr. León.
El cirujano también enfatiza en que es recomendable realizar la cirugía en forma electiva y no de urgencia, porque la evolución postoperatoria y las complicaciones son menores.
El procedimiento consiste en extraer la vesícula por completo. La técnica estándar actual es por vía laparoscópica clásica, en la que se realizan varias incisiones en la pared abdominal por donde se introduce el instrumental quirúrgico necesario. Otra forma de abordarlo es la laparoscopía por puerto único, es decir, se introduce todo por vía umbilical (por el ombligo), sin dejar cicatrices. Terminado el procedimiento, la vesícula siempre debe enviarse a un estudio de anatomía patológica (biopsia).
La cirugía dura una hora aproximadamente y el alta puede realizarse el mismo día o al día siguiente. Las indicaciones más importantes son de alivio del dolor y una alimentación especial por 7 a 14 días.
¿Qué sucede si no se extirpa la vesícula?
De no operar, las dificultades que eventualmente pudieran presentarse son:
• Dolor cólico biliar prolongado
• Inflamación de la vesícula o colecistitis aguda
• Paso de cálculos al colédoco (vía que va desde la vesícula biliar y el hígado hasta el intestino delgado). Estos pueden quedar impactados en la pared y provocar colangitis (infección grave de la vía biliar)
• Pancreatitis (inflamación del páncreas)
• Cáncer vesicular.
Fuente: Clínica Universidad de Los Andes.