Hipertensión en la infancia: cómo crecer con un corazón saludable

No solo las personas mayores desarrollan hipertensión. Este problema de salud puede presentarse desde la infancia, por diferentes razones. En el caso de niños pequeños, puede deberse a una patología específica. Y en el caso de niños más grandes y adolescentes, puede ser causada por los mismos factores que afectan a los adultos: entre ellos, el sobrepeso y la falta de ejercicio.

En Chile, el 26,7% de los niños y niñas en edad escolar tiene sobrepeso y el 23,3% tiene obesidad, de acuerdo con el Mapa Nutricional 2023 del Ministerio de Educación.

La hipertensión en la infancia tiene una prevalencia de 3,5%, de acuerdo con la Sociedad Chilena de Pediatría.

“La presión alta, o hipertensión, es un factor de riesgo para la salud, y puede contribuir al desarrollo de diferentes patologías. Por eso es importante que, en la visita al pediatra, se mida la presión arterial a niños y niñas a partir de los tres años, como parte de sus chequeos de rutina”, dice la Dra. Milagro Sosa, directora Médica de Abbott.

La hipertensión suele no tener síntomas. Por lo mismo, puede ser detectada sólo mediante medición. No obstante, de acuerdo con la Sociedad Chilena de Pediatría, hay signos y síntomas que pueden indicar una crisis hipertensiva.

Estos son: dolor de cabeza, zumbidos en los oídos, sangrado nasal y taquicardia. Si se presentan, deben ser atendidos de inmediato.

Factores de riesgo de hipertensión

Se recomienda medir la presión arterial una vez al año a partir de los tres años. En el caso de niños menores, se recomienda solo si hay factores de riesgo.

Es relevante informar al pediatra sobre el historial familiar en temas de salud. Si alguien de la familia inmediata ha tenido un diagnóstico de hipertensión, existe la posibilidad de que sea un factor hereditario.

Así también, los hábitos de la familia también impactan, sobre si se lleva una dieta poco equilibrada, se realiza poco ejercicio y se mantiene una exposición al estrés.

Cómo prevenir la hipertensión

• Ejercicio en familia: es importante fomentar la actividad física en los niños. Para eso, la familia es fundamental. “Pueden practicar algún deporte juntos, andar en bicicleta, e incluso inscribirse en alguna maratón familiar, para incorporar el ejercicio a la rutina semanal y proteger la salud de todos los integrantes”, dice la Dra. Sosa.

• Ajuste el menú: evitar la sal y aumentar el consumo de frutas y verduras frescas, es el primer paso. También es importante reducir las carnes rojas y preferir el pollo y el pescado.

• Golosinas nutritivas: es posible cocinar en casa o encargar versiones saludables de las golosinas preferidas de los niños. Por ejemplo, galletas y queques endulzados con miel o plátano; papas horneadas o preparadas en freidora de aire en lugar de fritas. Las frutas de la estación también pueden ser una opción.

• Aliviar el estrés en familia: se recomienda dosificar la exposición a pantallas y brindar buenas condiciones para un sueño reparador. También hacer actividades de relajación en conjunto, tales como colorear, armar rompecabezas, cantar y leer cuentos.

• Mantener chequeos al día: se aconseja tener una agenda con los controles médicos de niños y niñas, anotando toda la información que sea relevante entregar al médico. Y considerar que se les tome la presión arterial al menos una vez al año.

Compartir este artículo

Artículos relacionados