Con un lugar cada vez más especial al interior de muchas familias, las mascotas se transforman en un integrante que recibe y entrega cariño y que, para quienes viven un proceso de hospitalización, pueden representar un gran aporte para la recuperación anímica o física, o acompañar a los pacientes en sus últimos días.
Frente a esta realidad, el Hospital Clínico de la Universidad Católica implementó como política la Terapia Asistida por Mascotas, como parte de su Procedimiento de Cuidado Humanizado y Compasivo para pacientes hospitalizados.
Gladys Gajardo, enfermera del Departamento de Normativa y Resolución Sanitaria de la Red UC Christus, comentó a Cienciaysalud.cl que esta iniciativa surgió hace dos años a partir de la necesidad de un paciente, Carlos Olivares, quien luego de mucho tiempo internado por Covid-19 pidió contar con la compañía de Roco, su perro de 12 años.
“Hasta ese momento en el hospital nunca habíamos ingresado alguna mascota, aunque sabíamos que había evidencia. Se lo planteamos al Comité de Infecciones y ellos lo aprobaron, escuchando la necesidad del paciente y los beneficios para él y su familia. Era un perrito que vivía dentro de la casa, con todas sus vacunas al día, desparasitado, es decir, cumplía con todos los criterios necesarios”, relató.
El resultado de esta primera intervención trajo evidentes beneficios para el paciente, según recordó la profesional.
“Él en particular ese día había despertado decaído, mucho más deprimido que otros días, y al ver a su perro inmediatamente se incorporó en la cama, empezó a hablar muchísimo, estaba contento. Y estaba tan activo que la terapia ocupacional, que en la semana no había desarrollado bien por falta de ánimo, mejoró notoriamente con la presencia de su perrito. Y para el equipo de salud esa primera vez fue extraordinaria porque estábamos todavía en pandemia en una etapa ya menos estricta, pero veníamos saliendo de dos años de mucho trabajo y de mucho dolor. Y ver al paciente y su familia emocionados nos generó como profesionales una gran alegría”, expresó.
Tres pilares
Gladys Gajardo destacó el aporte que esta Terapia Asistida por Mascotas tiene para los pacientes, lo que también se hace extensivo para todos quienes viven el proceso de hospitalización.
“Es algo muy positivo para los tres pilares de la Atención Humanizada de Salud: el paciente, su familia y los equipos sanitarios”, resaltó.
La iniciativa trae consigo variados beneficios, entre los que destacan:
• En la parte fisiológica, ayuda a los pacientes con enfermedades cardiovasculares porque la presencia del animal disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
• Disminuye el dolor.
• Disminuye el estrés y la ansiedad.
• Genera liberación de algunas hormonas como endorfinas y oxitocinas, que le producen una sensación de bienestar y felicidad al paciente.
“Permitimos el ingreso de perros y gatos, porque son los que se describen en la literatura como los con menor riesgo de transmitir enfermedades. La hemos llevado en distintos contextos, en terapias de rehabilitación o en procesos de fin de vida, en que para el paciente es súper importante despedirse de un ser con el que tiene un vínculo estrecho, y ha sido beneficioso en todos los casos”, planteó la enfermera.
“Tenemos muy protocolizados todos los cuidados que hay que seguir. Es algo que está en marcha y en cualquier unidad de nuestro hospital, sea intensivo, intermedio u hospitalización básica, en pacientes adultos y pediátricos, ellos pueden acceder a ocupar esta intervención, porque es una política institucional”, agregó.
Futura investigación
Esta intervención con mascotas se diferencia de la Terapia Asistida por Animales (TAA), que está presente en distintos centros de salud del país -como el caso del Hospital Dra. Eloísa Díaz de La Florida y su “dogtora” Kuyen-, en que perros entrenados visitan a distintos pacientes y les entregan un momento de alegría. Esta alternativa también se desarrolla en el Hospital Clínico y en la Clínica San Carlos de la Red Salud UC Christus,
En el caso de las mascotas, existe un vínculo especial y por ello los beneficios son aún mayores. Para demostrarlos, la enfermera Gladys Gajardo y su equipo desarrollarán un estudio que establezca el aporte de la terapia para los pacientes.
“Queremos hacer una investigación de tipo más bien cualitativo con nuestros pacientes, con los familiares y con el equipo de salud, para tener datos más objetivos y mostrar nuestros resultados. La terapia ya está implementada, pero siempre se pueden hacer algunas correcciones o mejoras”, expresó.
Foto: César Espinoza y su gatita Minina en el Hospital Clínico UC.