Investigadores del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, liderados por la Dra. Caroll Beltrán, identificaron la relación entre un cambio de la población bacteriana intestinal y el avance del daño hepático generado por la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por su sigla en inglés), anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico.
El estudio, publicado en la revista científica International Journal of Molecular Sciences, permitiría a futuro predecir la progresión de esta enfermedad y avanzar en nuevas estrategias terapéuticas.
La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica es un trastorno complejo y heterogéneo asociado a la obesidad, que registra una alta prevalencia tanto en Chile como a nivel mundial. En su desarrollo participan diversos factores, tales como factores genéticos y epigenéticos (modificaciones del ADN por agentes externos), el consumo de una dieta alta en calorías y grasas, la resistencia a la insulina, la lipotoxicidad y el estrés oxidativo.
Esta patología fue estudiada por un equipo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, que indagó en cómo las alteraciones en el eje microbiota intestino-hígado contribuyen al avance del daño hepático generado por esta enfermedad.
De acuerdo a las y los investigadores, se ha visto que los pacientes con MASLD presentan cambios en la composición y en el metabolismo de la microbiota intestinal, fenómeno conocido como disbiosis, que contribuye a la progresión de la lesión hepática, la esteatohepatitis y la fibrosis, favoreciendo la progresión del daño hepático. Estos cambios han sido asociados a una mayor permeabilidad intestinal y al aumento de translocación de productos bacterianos desde el intestino al hígado, a través de la circulación enterohepática, promoviendo la inflamación hepática y sistémica.
La Dra. Caroll Beltrán, investigadora del Laboratorio Inmunogastroenterología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, explica que “nos planteamos como objetivo demostrar la presencia de disbiosis intestinal e identificar firmas microbianas en pacientes chilenos con enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica y establecer su relación con el avance del daño hepático”.
La motivación surgió, además, “de nuestro interés en estudiar la interrelación del eje microbiota-intestino-hígado y su impacto en el desarrollo de enfermedades crónicas hepáticas. Pusimos foco en MALSD por ser una enfermedad de alta prevalencia en Chile, cuyo desarrollo está altamente asociado al síndrome metabólico y la obesidad, los que cada vez más van en aumento en nuestra población”.
La especialista resaltó que esta patología “se caracteriza por ser silenciosa, en donde el desarrollo progresivo de daño hepático está asociado a la presencia de una inflamación de bajo grado. En esta materia, nos llamó la atención evaluar qué factores contribuyen, además de la dieta, a que algunos pacientes avancen a daños inflamatorios hepáticos mayores en comparación con otros que no lo hacen. De ahí surge investigar si existen firmas o patrones microbianos intestinales que caractericen diversas etapas de avance de la MASLD, que se asocien a procesos disbióticos proinflamatorios intestinales”.
Hacia modelos predictivos y nuevas estrategias terapéuticas
Respecto de las conclusiones de esta investigación, la Dra. Caroll Beltrán comenta que “nuestros resultados fueron los esperados y proporcionan información valiosa sobre la interacción entre la microbiota intestinal y la patogénesis de MASLD. Ciertos taxones bacterianos se asociaron eficazmente con MASLD y la gravedad del daño hepático, lo que sugiere que podrían usarse para predecir la progresión de MASLD. Para ello, se deben considerar algunas variables de confusión, como la edad y el índice de masa corporal (IMC), las que también influyen en la composición de la microbiota intestinal”.
“De manera importante, pudimos observar que MASLD se asocia con una disbiosis intestinal caracterizada por una alteración en las poblaciones bacterianas involucradas en el metabolismo de los ácidos biliares y la producción de ácidos grasos de cadena corta, ambos relacionados a la regulación de las funciones inmunes intestinales. Estudios futuros dirigidos a la investigación de los metabolitos bacterianos contribuirán al esclarecimiento de los mecanismos patogénicos de MASLD y el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas”, agrega.
La especialista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile indica, además, que el estado de la microbiota intestinal depende de la ubicación geográfica de los individuos (debido a sus bases genéticas, el tipo de dieta y los estilos de vida de cada uno, entre otros).
Por esta razón, dado que los estudios de la microbiota en pacientes con MASLD son escasos en América Latina, la caracterización de pacientes chilenos en este estudio resulta relevante para la comprensión de esta patología en nuestra realidad geográfica.
El proyecto forma parte de una colaboración interdisciplinaria, en la que participaron no solamente gastroenterólogos e investigadores del HCUCH, sino también investigadores y colaboradores de la Facultad de Medicina del plantel, especialmente el Dr. Fabien Magne, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), y el Dr. Martin Gotteland, académico del Departamento de Nutrición.
Incluyó también la participación de estudiantes del programa Ayudante Alumno, además de estudiantes de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Casa de Bello. El estudio fue posible gracias a un proyecto denominado Temas Libres OAIC del HCUCH, cuyos recursos fueron complementados con insumos provenientes del financiamiento Fondecyt.
Los autores de esta investigación son: Dra. Caroll Beltrán, Dr. Juan Pablo Roblero, Dra. Alessandra Cassana, Prof. Dr. Martín Gotteland, Nut. Ms. Alejandra Zazueta, Bárbara Castro, Dr. Fabien Magne y Beatriz Gárate.
Fuente: Universidad de Chile.