Rodrigo Troncoso, Profesor Asociado de la Unidad de Nutrición Humana del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, remarca que el sedentarismo está asociado a un aumento en el riesgo de diversas dolencias crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
“El costo del sedentarismo en la salud está asociado a un aumento en el riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, y ciertos tipos de cáncer. Los datos de la encuesta nacional de salud 2016-2017 muestran que el sedentarismo en nuestro país es cercano a un 90% de la población, lo que no ha cambiado en los últimos 15 años.
A ello se suma que la realización de un deporte o ejercicio físico muestra desigualdad social; los adultos con un mayor ingreso económico practican ejercicio físico o deporte casi en un 40%, en cambio los grupos más desprotegidos solo alcanzan un 17% (Encuesta Nacional de Ha?bitos de Actividad Fi?sica y Deportes en la Poblacio?n de 18 an?os y ma?s, IND-2016).
En el caso de los niños, la única actividad física estandarizada es la clase de Educación Física en horario escolar. Un estudio realizado en el año 2014 por el INTA de la Universidad de Chile demostró que, del total del tiempo de la clase, sólo 14 minutos son activos.
Además, el tiempo en reposo ha aumentado debido al estilo de vida moderno, el cual se caracteriza por el uso extendido de los aparatos electrónicos como el celular o las consolas de videojuegos
La actividad física en la infancia y adolescencia es esencial, debido a que promueve un buen desarrollo del aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) y del sistema cardiovascular mientras que, en la edad adulta, mejora la capacidad cardiorrespiratoria y muscular, además de prevenir la pérdida ósea, ayudando a disminuir el riesgo de caídas y fracturas, de padecer enfermedades crónicas no transmisibles y depresión”.
Los efectos de la actividad física en nuestro cuerpo
“Es sabido que realizar actividad física de intensidad moderada de 30 minutos, al menos tres veces por semana reduce el riesgo de un accidente cerebrovascular (ACV). A su vez, se ha estudiado el beneficio que tiene la actividad física en sobrevivientes de ACV. Sin embargo, la barrera está en la baja adherencia al ejercicio que presentan estos pacientes.
El ejercicio ha demostrado ser una potente herramienta de bajo costo para disminuir el deterioro cognitivo, principalmente en enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad lo que aumenta, de esta manera, la independencia entre estas dos últimas variables.
De los muchos factores que promueve el ejercicio, se ha destacado el Factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) el cual, además de regular la plasticidad sináptica, es neuroprotector.
A nivel de proteínas y componentes químicos, durante el movimiento muscular se producen miokinas, las cuales pueden tener efectos sobre el mismo músculo u otros órganos como el cerebro, tejido adiposo, huesos, entre otros.
De las más estudiadas se encuentra la interleukina-6, que aumenta la utilización de glucosa y ácidos grasos por el músculo; la irisina que es capaz de aumentar el gasto energético; y el BDNF que mejora la capacidad cognitiva.
La actividad física mejora la sensibilidad insulina y la utilización de glucosa como fuente energética del musculo en movimiento, por lo cual disminuye la glucosa en la sangre beneficiando a quienes padecen diabetes. Además, promueve el uso de grasa como fuente de energía ayudando al control del peso corporal.
Además, es conocido el efecto de la actividad física en la liberación de endorfinas, hormonas relacionadas con el sentirse bien, entonces el practicar algún ejercicio entrega una sensación de bienestar”.
Qué tipo de actividad física se recomienda
“Para niños y adolescentes se recomienda 60 minutos de actividad física moderada o intensa al día, además de ejercicios de fortalecimiento muscular. En el caso adultos y tercera edad, la recomendación es de 150 minutos semanales de actividad física moderada. Algunos ejemplos de actividad física moderada son caminar, andar en bicicleta, nadar o bailar.
Cabe destacar que la promoción de la actividad física es uno de los pilares fundamentales en la nueva Estrategia para detener la aceleración del sobrepeso y obesidad en la niñez y adolescencia 2023-2030”.
Fuente: INTA.