Todos pueden estar expuestos a la falta de vitaminas del complejo B, que deriva en daños en el sistema nervioso periférico, sin embargo, existen grupos de personas que pueden verse más afectadas. A continuación, expertos dan a conocer cuáles son estos grupos de riesgo y qué pueden hacer para identificar y tratar esta afección.
Cuando hablamos de escuchar a nuestros nervios nos referimos a poner atención a las alarmas que pueden indicarnos que algo anda mal. El sistema nervioso controla prácticamente todas las funciones del cuerpo y regularmente cuando presenta daño puede advertirnos.
El Dr. Enrique Obermeier, medical manager de P&G Health Chile, explica que “los nervios transmiten mensajes para que nuestro cerebro los interprete. Metafóricamente, el cerebro debe ser visto como el CPU de nuestro organismo, a través de él van todas las órdenes para que podamos funcionar y también nos permite recoger información del medio. Funcionan como una autopista de ida y vuelta”.
Todo este sistema puede verse dañado si tenemos déficit de vitamina B. El grupo llamado complejo B son vitaminas neurotrópicas, esto quiere decir que están encargadas de mantener a salvo el sistema nervioso central como periférica.
¿Cómo llegar a niveles adecuados? Se necesita poner en práctica un estilo de vida sano, con una correcta alimentación, con una hidratación adecuada y con ejercicios, lo que ayudará a mantener un sistema nervioso equilibrado.
“Escuchar a nuestros nervios es tener más contacto y conciencia de la función de nuestro sistema nervioso periférico. Cuando nuestros nervios, por alguna patología, sufren de estrés fisiológico, van a darnos señales que podemos distinguir”, expresa el especialista.
Cuando el sistema nervioso periférico está fallando hay distintos llamados de atención. Por ejemplo, cuando hay una neuritis o neuropatía se puede dar una sensación de hormigueo en las manos o plantas de los pies, la sensación de piquetes de electricidad y el sentir mucho frío o calor, o bien, de agotarse cuando se sube o se bajan las escaleras, sentir palpitaciones y/o tener incontinencia urinaria.
Si bien todo tipo de personas pueden presentar déficit de vitamina B, lo ideal es acudir al médico ante estas señales. “Si ya tenemos un paciente que pertenece a un grupo de riesgo y que tiene uno o varios de estos síntomas en forma repetitiva que están alterando su calidad de vida, lo que se sugiere es acudir al médico”, señala el Dr. Obermeier.
Principales grupos de riesgo
• Vegetarianos y veganos: hay quienes consumen productos de origen animal como huevos y lácteos y hay otros que consumen solo uno de los dos. Mientras que los veganos no consumen nada de origen animal. En ambos casos se aconseja una dosis diaria recomendada de vitaminas del complejo B. Cuando se tiene este estilo de vida se está muy informado. El mayor riesgo es cuando una persona se está iniciando y puede que aún no se informe completamente. La B1 y la B12 son las que más les hacen falta. Esta última porque su origen viene totalmente de origen animal.
• Tercera edad: es importante entender que los órganos internos también van envejeciendo. La capacidad de deglutir y de masticar va cambiando y no es la misma. Todo adulto mayor está dentro de este grupo de riesgo. A partir de los 60 años podrían tener el desarrollo de una neuropatía periférica y se les recomienda las vitaminas del complejo B.
• Pacientes diabéticos: la diabetes es la causa más común de neuropatía periférica, y sus síntomas pueden afectar realmente a la calidad de vida de las personas. El riesgo de neuropatía diabética aumenta cuando se padece de diabetes y no se controla de manera adecuada los niveles de azúcar en la sangre. Por eso se recomiendan las vitaminas del complejo B.
• Personas con dificultad para absorber nutrientes y vitaminas: ya sea por una dieta baja en productos como carnes de todo tipo, huevos o leche, por recomendación médica o enfermedades asociadas, las personas presentan una alimentación que no les permite llegar a los niveles recomendados de vitaminas del complejo B. También en este grupo se encuentran quienes presentan problemas para la absorción de estas vitaminas, debido a enfermedades gastrointestinales, enfermedades crónicas o bien personas que se hayan sometido a una cirugía bariátrica.
La recomendación de tomar el complejo B debe ser una suplementación crónica y de por vida y que siempre es mejor tener el consejo médico para iniciar el tratamiento.
Estudios clínicos indican que, a partir de la tercera semana, los pacientes pueden sentir una mejoría. Después de este tiempo presentan menor hormigueo, debilitamiento, sensación más equilibrada de frío o calor.