La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una de las principales patologías respiratorias crónicas del adulto, se caracteriza por tener síntomas tales como disnea de esfuerzo (dificultad respiratoria con actividades), tos y exacerbaciones infecciosas frecuentes y, en etapas avanzadas, puede ser muy limitante.
Así lo plantea la Dra. Laura Mendoza, neumóloga del Hospital Clínico Universidad de Chile, quien señala que “si esta enfermedad progresa, puede ser tan limitante que podría obligar a abandonar el trabajo, a ser dependiente en las actividades de la vida cotidiana e incluso, necesitar oxigenoterapia domiciliaria permanente”.
“Por lo tanto, es una patología que tiene un gran impacto en años perdidos, tanto por muertes precoces como por discapacidad. Las exacerbaciones agudas, generalmente causadas por virus respiratorios, son relevantes para los pacientes con EPOC, porque si son recurrentes requieren de hospitalización, ya que implican un mayor riesgo de nuevas hospitalizaciones y de fallecer”, agrega.
La mayoría de los pacientes con EPOC son o han sido fumadores por varios años, lo que produce enfisema pulmonar y obstrucción de las vías aéreas periféricas.
“Es prácticamente imposible que la obstrucción bronquial se revierta en alguien que padece EPOC, pero si es de origen tabáquico y el paciente continúa fumando, la obstrucción bronquial empeorará progresivamente. En cambio, si deja de fumar, se va a detener el empeoramiento progresivo de la obstrucción bronquial”, comentó.
La experta además recomienda “contar con un diagnóstico lo más oportuno posible en una etapa no avanzada, junto con ofrecerle al paciente diversas medidas, como apoyo en cesación tabáquica, vacunaciones contra agentes respiratorios, tratamiento broncodilatador, promoción de la actividad física e incluso rehabilitación respiratoria”.
Enfermedad mortal
Esta patología se desarrolla a partir de los 40 años, aunque su prevalencia aumenta con la edad. A medida que progresa se acentúan los síntomas, produciendo un círculo vicioso: el aumento de la disnea lleva a inactividad física, lo que ocasiona debilidad muscular en las extremidades y mayor disnea e inactividad, empeorando la calidad de vida y llevando a mayor riesgo de hospitalizaciones y muertes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la EPOC es la tercera causa de muerte más común a nivel global, provocando en 2019 el fallecimiento de 3,2 millones de personas, lo que representó el 5% de los decesos alrededor del mundo.
La mayoría de las veces, la EPOC se atribuye a personas fumadoras de larga data. Sin embargo, existen otras causas de esta enfermedad como la exposición a biomasa en los primeros años de vida, en ambientes rurales el uso de humo de leña en calefacción o cocina, la contaminación ambiental, el tabaquismo pasivo, o haber presentado tuberculosis o asma en edad temprana.
El diagnóstico y confirmación de la EPOC se realiza a través de un examen de función pulmonar que se llama espirometría, el que deja en evidencia la obstrucción bronquial permanente o no reversible.
Es una de las primeras patologías que se encuentra en el GES (Garantías Explícitas en Salud), porque según la especialista “tiene un gran impacto en la salud pública, en términos de mortalidad y discapacidad, pero por otro lado si se diagnostica y se trata en forma oportuna, se puede lograr cambiar su evolución y pronóstico a largo plazo”.
Fuente: Hospital Clínico Universidad de Chile.