La neuronitis vestibular es una enfermedad que se caracteriza por presentar una crisis de vértigo aguda de inicio súbito. Puede ser intensa y acompañarse de síntomas como náuseas, vómitos y a veces, incluso, de síntomas digestivos debido a la disfunción autonómica. Esta sintomatología puede durar varios días y en la mayoría de los casos se desencadena una o dos semanas después de una infección viral, algún cuadro gripal o gastrointestinal y períodos de estrés.
De un día para otro el nervio vestibular pierde su función, provocando una hipofunción vestibular, lo que afecta al equilibrio y postura que proviene de ambos oídos. El período de recuperación es variable, desde algunas semanas o un par de meses, dependiendo de si se realiza el tratamiento adecuado o no.
El Dr. Paul Délano, otorrinolaringólogo y director académico del Hospital Clínico Universidad de Chile, explica que “en general, una persona se despierta en la mañana con síntomas de vértigo. Durante el día anterior no tenía ningún indicio”.
“La neuronitis vestibular por definición no afecta a la audición. Es una patología que puede estar presente en cualquier persona a cualquier edad, pero suele ser más frecuente en la vida media, entre 30 a 50 años, pero también puede afectar a un niño o a un adulto mayor”, agrega.
El especialista resalta que “es relevante hacer un buen diagnóstico diferencial con un especialista, como un otorrinolaringólogo o un neurólogo que permita distinguirlo de algunos cuadros de vértigo, ya sea de origen cerebral u otros con orígenes en el oído, porque es importante saber que se trata efectivamente de una neuronitis vestibular”.
“La historia clínica o anamnesis es muy importante para la sospecha de neuronitis vestibular, aunque se confirma con exámenes auditivos y vestibulares”, plantea.
Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento se basa inicialmente en manejar los síntomas con medicamentos antivertiginosos administrados por un período corto, porque según el especialista “el mejor tratamiento para este trastorno son los ejercicios de rehabilitación vestibular. Estos ejercicios son específicos y están diseñados para aminorar los síntomas y acelerar la recuperación. Se realizan con el apoyo de un tecnólogo médico de otorrinolaringología, permitiendo acelerar la recuperación de esta patología”.
Respecto de la rehabilitación, el Dr. Délano señala que “hay que tratar de evitar el reposo absoluto y hacer una rehabilitación precoz”, agregando que ésta “debe ser más exigente en pacientes que puedan tener una mayor cantidad de riesgos laborales asociados, porque efectivamente una persona con vértigo no es lo mismo si trabaja arriba de un andamio en un edificio o si se desempeña como conductor de buses, versus alguien que tiene un trabajo relativamente tranquilo en una oficina”.
Antes de solicitar exámenes se debe descartar problemas auditivos y que pudieran confundirse con otras patologías que presentan vértigo, como la enfermedad de Ménière, en que se manifiesta una cierta pérdida auditiva (hipoacusia), la que se puede evaluar con una audiometría.
Por otra parte, para descartar que haya alguna enfermedad cerebral, se recomienda realizar la prueba de impulso cefálico o vHIT, que busca determinar si es que existe una pérdida de la función vestibular de uno de los dos oídos a través del estudio del reflejo vestíbulo-ocular.
Medicamentos y rehabilitación vestibular
Cuando la crisis es muy severa y se diagnostica en una fase inicial, los medicamentos antivertiginosos tienen un rol sintomático. Adicionalmente se pueden indicar corticoides, pero la base del tratamiento para mejorar son los ejercicios de rehabilitación.
Existen diversos tipos de medicamentos para el vértigo. Sin embargo, el tratamiento de medicamentos antivertiginosos no debería ser superior a tres días. Luego, la rehabilitación de ejercicios puede durar algunas semanas, dependiendo de cómo vaya evolucionando el paciente.
“Las personas que han tenido una crisis de neuronitis vestibular son más propensas a tener otro evento de este tipo en el futuro. Esta enfermedad mal tratada puede tener consecuencias, como cuadros de vértigo crónico que requieren otro tipo de tratamientos, por lo tanto, el foco está en realizar el diagnóstico a tiempo, y sobre todo, iniciar una rehabilitación precoz”, concluye el especialista.
Fuente: Hospital Clínico Universidad de Chile.