Cada vez es más común que las personas ronquen, afectando no solo su calidad de sueño, sino también la de quien convive con ellas. Así como altera el buen dormir, si no se trata a tiempo y de forma definitiva, también puede relacionarse con otras enfermedades graves en aquellos casos severos.
La prevalencia de ronquido aumenta con la edad y quienes lo hacen tienen mayor probabilidad de presentar apnea del sueño. Es así como la frecuencia de ronquido alcanzaría un 60 a 70% de la población mayor de 40 años, mientras que la apnea del sueño se estima en un 10 a 20%.
El Dr. Raimundo García, otorrinolaringólogo del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de los Andes, entrega cinco antecedentes para tener en cuenta en relación con los ronquidos.
¿Por qué roncamos?
El ronquido se genera, principalmente, por una estrechez de la vía aérea superior, es decir, el trayecto que va de la nariz al fondo de la garganta.
Mientras menor es su calibre, mayor es el conflicto que se genera con la relajación muscular que ocurre normalmente al dormir y que afecta a los músculos que envuelven esta vía aérea superior, generando de esta forma una vibración de sus paredes que determina el característico sonido del ronquido.
Los hombres son más susceptibles de roncar
Esto ocurre debido a:
• Tener una vía aérea superior más larga que en las mujeres y por eso, con mayor predisposición al colapso.
• Tienden a acumular más grasa en el cuello y alrededor de la vía aérea al aumentar de peso, comparado con las mujeres.
• Los estrógenos femeninos ayudan a disminuir la relajación muscular nocturna. Por esto, el ronquido en las mujeres después de la menopausia se tiende a equiparar en frecuencia con los hombres.
Posibles implicancias por roncar
En casos de ronquidos frecuentes y de alta sonoridad, puede traer problemas familiares o sociales, sobre todo con quien duerme al lado. Sin embargo, el problema mayor está en que el ronquido es uno de los principales síntomas de apnea del sueño.
Este trastorno puede ser muy peligroso si no se trata, ya que, dependiendo de su grado de severidad, puede aumentar de forma importante una serie de otras enfermedades a largo plazo, principalmente a nivel cardiovascular y neurológico, que acortan la expectativa de vida, como infarto al miocardio y ataque cerebrovascular.
Una persona cuyo ronquido es muy intenso, que refiere mala calidad de sueño y somnolencia durante el día o que presenta pausas de respiración y ahogos al dormir, tiene mayor riesgo de presentar asociación a apnea del sueño y debe consultar a un especialista.
Cambios en el estilo de vida para evitar ronquidos leves
Existen algunas medidas generales que pueden ser adoptadas:
• Mantener una buena higiene del sueño (evitar comidas pesadas en las dos horas previas a dormir; no fumar; preferir hacer actividad física intensa, al menos, 4 horas antes de dormir).
• Evitar tomar alcohol o ingerir medicamentos sedantes o relajantes musculares antes de dormir.
• Bajar de peso en caso de sobrepeso u obesidad.
• Dormir de lado (evitar boca arriba) o con la cabecera elevada. Esto puede ser de ayuda, pero no a largo plazo.
• Si se tiene congestión nasal frecuente, tratarla con descongestionantes o antialérgicos indicados por un médico.
Tratamientos médicos para ronquidos graves
Para estos casos, la base del tratamiento es volver la vía aérea superior más amplia o menos colapsable. Existen métodos no invasivos y cirugías para lograr este objetivo.
• Dispositivos orales de avance mandibular
Son artefactos bucales diseñados a medida que ayudan a adelantar la posición de la mandíbula, la lengua y el paladar blando para mantener abierta la vía aérea. Estos son elaborados por odontólogos especialistas en medicina dental del sueño.
• Presión positiva continua de la vía aérea (CPAP)
Consiste en un dispositivo que suministra un flujo de aire a presión a través de una mascarilla ubicada sobre el rostro, principalmente la nariz (CPAP). La presión del aire mantiene abierta la garganta durante el sueño. Es uno de los tratamientos más utilizados para apnea del sueño en adultos.
• Cirugía de las vías aéreas superiores
La estrechez de la vía aérea superior puede tener tres causas principales: tejidos blandos de la vía aérea superior (nariz, paladar, lengua, laringe, amígdalas); desarrollo del esqueleto facial, y la grasa que se acumula en la vía aérea.
Se evalúa la gravedad del problema de ronquido respecto a si se asocia a apnea del sueño y luego, se analiza de forma integral la anatomía de la vía aérea superior para definir las mejores opciones quirúrgicas.
Según la evaluación de la causa principal es cómo se toma la decisión del tratamiento: la cirugía ortognática trata las alteraciones del esqueleto facial, la cirugía bariátrica puede tratar el exceso de grasa cuando el IMC es mayor a 35 y, finalmente, los tejidos blandos se trabajan con cirugía multinivel a través de cirugía robótica. En esta se modifican paladar, lengua o laringe para mejorar el calibre de la vía aérea.
También es posible efectuar cirugías nasales funcionales, como rinoplastía funcional, cirugía de tabique nasal, y cornetes o senos paranasales, que pueden complementarse a otras terapias.
Fuente: Clínica Universidad de los Andes.