El análisis de células T revela potencial para la inmunoterapia personalizada contra el cáncer de hígado

Según un nuevo estudio, las células T del hígado y de los ganglios linfáticos tienen un potencial prometedor para futuros tratamientos del cáncer de hígado. Investigadores del Instituto Karolinska han estudiado cómo reaccionan las células inmunitarias a los antígenos específicos de los tumores en el complejo entorno que rodea al cáncer de hígado.

El cáncer de hígado, o carcinoma hepatocelular (CHC), es una enfermedad que se caracteriza por un entorno único y a menudo inmunosupresor. Esto significa que muchos pacientes no responden a las inmunoterapias actuales. Al mismo tiempo, las células T, una parte importante de la defensa inmunitaria del cuerpo, desempeñan un papel doble en el desarrollo del tumor. Pueden luchar contra el tumor, pero también pueden contribuir a un entorno que lo proteja de los ataques.

En un nuevo estudio, publicado en la revista Gut, investigadores del Instituto Karolinska analizaron células T de tumores, hígado y ganglios linfáticos cercanos en pacientes con carcinoma hepatocelular avanzado. El estudio tenía como objetivo investigar si es posible identificar células T reactivas a pesar del entorno inmunosupresor.

Grandes avances

Los investigadores analizaron un total de 542 antígenos tumorales potenciales, los llamados neoantígenos, de siete pacientes. Mediante técnicas avanzadas de laboratorio, incluida la secuenciación de ARN de células individuales, pudieron demostrar que ciertas células T reaccionaban a estos antígenos.

«Nuestros resultados muestran que las células T recogidas del hígado y de los ganglios linfáticos podrían tener el potencial de ser utilizadas en nuevas inmunoterapias contra el cáncer de hígado», afirma Anna Pasetto, especialista en investigación del Departamento de Medicina de Laboratorio del Instituto Karolinska.

El estudio demostró que las células T del líquido hepático tenían perfiles que indicaban tanto la función de memoria central como las propiedades citotóxicas, es decir, la capacidad de combatir las células tumorales. Las células T de los ganglios linfáticos, por otro lado, mostraban signos de agotamiento, lo que significa que habían perdido parte de su función.

Oportunidades para nuevos tratamientos

Un hallazgo importante es que las células T que reaccionaron a los antígenos del tumor portaban receptores específicos, lo que abre la posibilidad de utilizarlas en nuevos métodos de tratamiento, como la inmunoterapia basada en células T.

«Al comprender mejor cómo funcionan estas células inmunes y dónde se ubican, podemos dar un paso más hacia tratamientos más efectivos y personalizados para el cáncer de hígado», afirma Pasetto.

Los investigadores esperan ahora utilizar este conocimiento para desarrollar nuevas inmunoterapias dirigidas a antígenos específicos de tumores en el cáncer de hígado. El trabajo también demuestra lo importante que es analizar diferentes partes del microambiente del tumor para obtener una imagen completa de la enfermedad.

Este estudio brinda esperanza de que los tratamientos futuros puedan aprovechar el sistema inmunológico del propio paciente para combatir eficazmente el cáncer de hígado.

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