Los fármacos dirigidos a las «células zombi» resultan prometedores para tratar el dolor de espalda crónico

En un estudio preclínico dirigido por investigadores de la Universidad McGill, se ha demostrado que dos fármacos dirigidos a las células zombi tratan la causa subyacente del dolor lumbar crónico. Esta afección afecta a millones de personas en todo el mundo.

Los tratamientos actuales controlan los síntomas mediante analgésicos o cirugía, sin abordar la causa raíz.

«Nuestros hallazgos son emocionantes porque sugieren que podríamos tratar el dolor de espalda de una forma completamente nueva, eliminando las células que lo causan, no solo enmascarando el dolor», afirmó la autora principal, Lisbet Haglund, profesora del Departamento de Cirugía de McGill y codirectora del Laboratorio de Investigación Ortopédica del Hospital General de Montreal (MUHC).

El trabajo fue realizado por el Centro Alan Edwards de Investigación sobre el Dolor de McGill en el Hospital General de Montreal, parte del MUHC y publicado en Science Advances.

Tratar el dolor en su origen

Las células senescentes, a menudo llamadas células zombi, se acumulan en los discos intervertebrales a medida que las personas envejecen o cuando estos se dañan. En lugar de morir como las células normales, estas células envejecidas persisten y causan inflamación, dolor y daño a la columna vertebral.

Para explorar una posible solución, el equipo de investigación administró dos fármacos por vía oral a ratones: o-vainillina, un compuesto natural, y RG-7112, un fármaco contra el cáncer aprobado por la FDA. Se administraron tanto juntos como por separado. Descubrieron que los fármacos podían eliminar las células zombi de la columna vertebral, reducir el dolor y la inflamación, y ralentizar o incluso revertir el daño a los discos intervertebrales tras ocho semanas de tratamiento. Cada uno de los fármacos tuvo un efecto beneficioso, pero el impacto fue mayor al administrarse juntos.

«Nos sorprendió que un tratamiento oral pudiera llegar a los discos intervertebrales, que son de difícil acceso y representan un obstáculo importante para el tratamiento del dolor de espalda», afirmó Haglund agregando que  «la gran pregunta ahora es si estos fármacos pueden tener el mismo efecto en humanos».

El sorprendente potencial de un compuesto natural

Cabe destacar que la o-vainillina no estaba prevista inicialmente para formar parte del estudio y se incluyó casi por casualidad. Haglund explicó que, mientras probaba otros fármacos, su equipo decidió añadir el compuesto, derivado de la cúrcuma y conocido por sus propiedades antiinflamatorias, para comprobar su eficacia en esta situación.

Los resultados ofrecen una de las primeras evidencias de que la o-vainillina puede eliminar las células zombi. Se sabe que los análogos del RG-7112 tienen este efecto en la investigación de la osteoartritis y el cáncer, pero no se habían utilizado para tratar el dolor de espalda.

De cara al futuro, el equipo de Haglund trabajará para mejorar la estructura de la o-vainillina y así prolongar su permanencia en el organismo y aumentar su eficacia. Creen que estos fármacos tienen el potencial de tratar otras enfermedades relacionadas con la edad, causadas por células senescentes, como la artritis o la osteoporosis.

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