Un nuevo enfoque de atención de salud mental de precisión para la depresión aborda las necesidades únicas de los pacientes

La depresión implica una compleja interacción de patrones psicológicos, vulnerabilidades biológicas y factores de estrés social, lo que hace que sus causas y síntomas sean muy variables. Igualmente complejo es su tratamiento, que requiere un enfoque altamente individualizado que puede incluir una combinación de medicación, psicoterapia y cambios en el estilo de vida.

En un estudio multiinstitucional de una década de duración, psicólogos de la Universidad de Alberta (U of A) colaboraron con la Universidad Radboud de los Países Bajos para desarrollar un enfoque de tratamiento preciso para la depresión que ofrece a los pacientes recomendaciones individualizadas basadas en múltiples características, como la edad y el sexo. Sus hallazgos se publicaron en la revista PLOS ONE.

El tratamiento de primera línea para la depresión no debe ser un enfoque único, afirmó Zachary Cohen, autor principal del artículo y profesor adjunto del Departamento de Psicología de la Universidad de Alberta. Desafortunadamente, añadió, el estándar de atención actual se basa principalmente en un enfoque de ensayo y error, en el que se prueban diferentes medicamentos o terapias hasta encontrar una intervención o combinación que alivie eficazmente los síntomas.

«Alrededor del 50% de las personas no responden a los tratamientos de primera línea para la depresión. Existe una gran heterogeneidad en la respuesta al tratamiento, lo que significa que hay personas que responden muy bien y otras que no», explicó Cohen.

El estudio se centró específicamente en la depresión en adultos. El equipo de investigación recopiló datos de pacientes de ensayos clínicos aleatorizados realizados en todo el mundo que evaluaron la eficacia de cinco tratamientos para la depresión ampliamente utilizados.

Antes del tratamiento, los pacientes fueron evaluados en una variedad de dimensiones, incluidas las condiciones psiquiátricas asociadas , como ansiedad y trastornos de la personalidad, dijo Ellen Driessen, investigadora principal del estudio y profesora adjunta de psicología clínica en la Universidad Radboud.

«Examinamos si las personas con ciertas características, como la presencia de una condición comórbida, podrían beneficiarse de un método de tratamiento sobre el otro», comentó Driessen.

Los investigadores esperan que sus resultados conduzcan a la creación de una herramienta de apoyo a la toma de decisiones clínicas, un algoritmo que considera simultáneamente diversas variables, como la edad, el sexo y las comorbilidades, así como las relaciones entre ellas, para generar una única recomendación. Una vez introducidas las variables del paciente en la herramienta, esta generará una recomendación personalizada, a diferencia de una guía que ofrece una lista de recomendaciones generalizadas.

Los datos que generó el equipo analizaron los resultados de los pacientes en ensayos clínicos de medicamentos antidepresivos, terapia cognitiva, terapia conductual, terapia interpersonal y terapia psicodinámica de corto plazo, una forma de terapia de conversación en profundidad.

«Gran parte del trabajo previo sobre la selección de tratamientos se ha basado en datos de ensayos individuales cuyos tamaños de muestra limitan su capacidad para desarrollar modelos de predicción clínica potentes y confiables», dijo Cohen.

El grupo de investigación dedicó alrededor de 10 años a recopilar y procesar datos de más de 60 ensayos clínicos con casi 10.000 pacientes. Investigadores de diferentes partes del mundo participaron en la iniciativa compartiendo los datos de sus estudios. El grupo también reunió a un grupo internacional de científicos de diferentes disciplinas para desarrollar la estrategia de análisis de datos.

«Nos ha llevado unos cinco años simplemente limpiar y combinar los datos existentes para que podamos construir un modelo basado en toda la evidencia disponible», señaló Cohen.

«Este documento es un protocolo que detalla nuestros planes, pero trabajaremos en la construcción de la herramienta durante el próximo año o dos», afirmó Driessen.

En el futuro, el equipo planea realizar un ensayo clínico para evaluar los beneficios de usar una herramienta de apoyo a la toma de decisiones clínicas que ayude a los pacientes a encontrar el tratamiento óptimo. Si los resultados son favorables, la herramienta podría ampliarse e implementarse en contextos clínicos reales. Los investigadores prevén que la herramienta sea un programa informático o una aplicación web sencilla donde se pueda introducir la información del paciente.

El equipo espera proporcionar a los médicos, a las personas con depresión y a la sociedad un medio para hacer un uso más eficiente de los recursos de tratamiento existentes y ayudar a reducir los inmensos costos personales y sociales asociados con la depresión.

«Si los resultados se generalizan, esta herramienta tiene el potencial de ser aplicable a nivel mundial. Lo interesante de las variables que la componen es que son relativamente fáciles de obtener mediante cuestionarios de autoinforme o características clínicas demográficas. El costo de su implementación también será relativamente bajo», destacó Cohen.

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