Según informó la organización de salud Médicos Sin Fronteras (MSF), el incumplimiento de los fondos de donantes internacionales para financiar la lucha contra el VIH/sida podría derrumbar años de progreso y actualmente ya está poniendo en riesgo muchas vidas.
En un informe sobre el estado del sida en ocho países del Africa subsahariana, la agrupación señaló que los principales donantes decidieron durante el último año y medio limitar, cortar o detener el gasto en tratamiento y medicamentos contra el VIH. Entre los principales donantes están Estados Unidos, el Banco Mundial, la agencia de financiamiento de salud UNITAID y patrocinadores del Fondo Mundial.
«¿Cómo podemos rendirnos a mitad de camino en la lucha y pretender que la crisis terminó?», preguntó Mit Philips, analista de política en salud de MSF y uno de los autores del reporte. «Existe un riesgo real de que muchos (…) mueran en los próximos años si no se adoptan ahora las medidas necesarias», agregó.
Cerca de 33 millones de personas alrededor del mundo están infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida y más de la mitad de las 9,5 millones de personas que necesitan medicinas no pueden acceder a ellas, de acuerdo a Naciones Unidas.
El reporte de MSF señaló que el plan de emergencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para el alivio del VIH, conocido como PEPFAR, redujo su presupuesto para la compra de medicinas en el 2009 y 2010 y congeló la totalidad de su presupuesto para el VIH/sida.
Otros donantes como UNITAID y el Banco Mundial también anunciaron reducciones en los próximos años en los fondos para fármacos en Malaui, Zimbabue, Mozambique, Uganda y la República Democrática del Congo (RDC), agregó.
El Fondo Mundial, el mayor organismo de financiamiento en la lucha contra el VIH/sida, también enfrenta un déficit. Estados Unidos, Holanda e Irlanda dijeron que disminuirán sus aportes. Estas reducciones ya están generando un impacto importante en lugares como Sudáfrica, Uganda y la RDC, donde el número de nuevos pacientes capaces de iniciar el tratamiento con medicinas antirretrovirales se redujo seis veces, según indica el informe de MSF.
Como resultado, los ya frágiles sistemas de salud serían sometidos a una mayor presión por el creciente número de pacientes que requieren cuidados más intensivos en la medida en que su enfermedad progresa.
«El tratamiento antirretroviral salva vidas, pero también es de por vida», puntualizó el reporte. «Esto significa que el número de pacientes bajo tratamiento aumenta acumulativamente cada año, por tanto necesita un financiamiento sostenible y en aumento», agrega.