El Ministerio de Salud extendió el plazo de vacunación contra la influenza AH1N1 por un periodo de dos semanas y anunció que el plan se ampliará a toda la población del país, “correspondan o no a los grupos de riesgo definidos por la cartera al inicio del programa”, según indicó la subsecretaria de Salud, Liliana Jadue.
De acuerdo a lo que informó la subsecreteria, existen alrededor de un millón de dosis disponibles en el país, las que ahora podrán ser utilizadas por cualquier persona que desee inocularse. «Como la epidemia de enfermedades respiratorias aún no se ha desatado, hacemos un llamado a todas las personas que quieran vacunarse para que acudan a los consultorios. Mientras hayan vacunas disponibles van a ser vacunados», aseguró la autoridad.
Este nuevo plan de vacunación universal estará disponible en todo el país y no sólo en la zona de catástrofe y podrán acceder todas las personas, no sólo los usuarios del sistema público de Salud. «Cada chileno protegido es un chileno que no se va a enfermar él y no va trasmitir la enfermedad a otras personas», explicó.
La subsecretaria manifestó que el principal llamado del ministerio a vacunarse continúa apuntado a los grupos de riesgo, conformado por las embarazadas, niños de entre 6 y 23 meses, adultos mayores de 65 años y enfermos crónicos. La autoridad aclaró que desde el viernes pasado se instruyó a los consultorios para que adopten esta medida que permitirá completar la vacunación proyectada para 4.000.000 millones de personas.
Sobre la baja cobertura que tuvo el plan de vacunación que originalmente había planificado el ministerio, la subsecretaria señaló que este escenario no se ha visto sólo en Chile, sino que además se ha presentado en otros países.
A su juicio, una de las razones de esto puede radicar en la campaña anti vacunas que se ha registrado a nivel mundial. En este aspecto, indicó que «nos causa pesar, porque la evidencia muestra que la vacuna es segura, no hay ningún reporte de efectos adversos graves causados por la vacuna».
Según Jadue, se suma además «una falsa sensación de seguridad en la población» debido a que al final no se comportó como un virus tan agresivo como se pensó en un comienzo. Sin embargo, la subsecretaria remarca que se trata de un virus «mortal», que «el año pasado en Chile mató a 153 personas».