La segunda cuenta pública del segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se presentó marcada por la crisis política que actualmente atraviesa el país, que motivó un cambio de gabinete en el que se renovó casi completamente el equipo político de la Mandataria, y la escasa popularidad que han gozado las reformas del programa de gobierno. Entre anuncios de que las reformas continuarían, de la necesidad de establecer reglas claras entre el mundo de la política y los negocios, y la desaceleración económica que está viviendo el país, la palabra “salud” fue pronunciada 22 veces por Bachelet durante el discurso de este 21 de mayo, el quinto concepto más mencionado en la ceremonia.
Uno de los avisos más importantes en Salud que dio a conocer la Jefa de Estado fue la aprobación de la Ley Ricarte Soto que crea un Fondo Nacional de Medicamentos para Enfermedades de Alto Costo. La Mandataria solicitó un aplauso para los parlamentarios, que trabajaron a contrarreloj durante las últimas semanas para estudiar y someter a votación la medida impulsada por el Ejecutivo.
Aunque el Gobierno la calificó como un gran logro, varias agrupaciones de pacientes con enfermedades raras y parlamentarios -oficialistas y de oposición- opinaron que el trámite legislativo fue realizado de forma muy apresurada.
En concreto, esta nueva ley significará apoyar a muchas familias en el financiamiento de tratamientos de alto costo, alimentos especiales y dispositivos médicos que hasta ahora no contaban con esa ayuda.
Reforma a las Isapres y reforzamiento para el sector público
Otros temas de Salud que mencionó la Presidenta fue el Fondo de Farmacia, que asegura la entrega de medicamentos para el tratamiento de hipertensión, diabetes, colesterol y triglicéridos altos. Está funcionando en 334 comunas del país, lo que significa una cobertura de 5 millones de personas.
La eliminación del embarazo como preexistencia en las Osapres fue destacada por la Mandataria, quien además indicó que durante este año se propondrá al Congreso Nacional un proyecto de ley que mejore y vuelva más equitativo el sistema de salud privado.
Además, en un plazo de dos años los pensionados mayores de 65 años ya no tendrán que cotizar el 5% en salud, gasto que será asumido por el Estado, independientemente del régimen al cual estén suscritos. Esto beneficiará a más de 340 mil pensionados.
En cuanto a infraestructura hospitalaria en el sector público, la inversión de 4 mil millones de dólares destinada a construir diversos centros de atención se ha visto atrasada debido a diversos motivos. En algunos de ellos, como los hospitales de Pitrufquén, Salamanca, Calama y Futaleufú, la demora se debe a la falta de respuesta de las empresas responsables, mientras que en otros la Jefa de Estado expresó que “no se ha podido avanzar al ritmo que se esperaba, porque se han presentado problemas con los terrenos o se han tenido que reformular los diseños o hemos enfrentado debilidades en la gestión estatal”.
Actualmente hay 8 proyectos que se encuentran en obra y deberían entregarse antes de que se acabe el Gobierno: el Hospital Gustavo Fricke (Viña del Mar) y los de Penco-Lirquén, Lanco, Aysén, Puerto Natales, Exequiel González Cortés (Santiago), Porvenir y Antofagasta. A estos se suman los hospitales de Puerto Williams, Queilen (Chiloé), Makewe y Cunco, ambos en la Región de la Araucanía. Los centros de Chimbarongo, Florida, Ovalle y Carahue se encuentran en proceso de licitación, y otros 10 están listos para entrar en dicha etapa.
También dio cuenta de lo que se ha hecho y se va a hacer en relación a nuevos consultorios, centros de salud comunitaria, Servicios de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) y nuevas ambulancias.