Conclusiones de trabajo basado en investigaciones observacionales relaciona la baja estatura con más riesgo de sufrir problemas al corazón.
De acuerdo a los resultados de un estudio publicado en ‘European Heart Journal’, la revista de la Sociedad Europea de Cardiología, la estatura también podría ser un factor involucrado en el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares. Por medio de una revisión de estudios, investigadores de la Universidad de Tampere (Finlandia) señalan que las personas de baja estatura tienen un riesgo cardiovascular considerablemente mayor que el que presentan individuos más altos.
Luego de revisar en la literatura científica, el grupo identificó un total de 52 trabajos sobre el tema para la investigación la cual se basó en un meta-análisis eliminando posibles factores que pudieran influir en los datos finales. La asociación de estatura y riesgo cardiovascular fue mencionada por primera vez en 191 y a partir de esta fecha se han realizado una serie de estudios al respecto, con conclusiones contradictorias.
Según los autores, «nadie había hecho una verdadera revisión sistemática», que desarrollaron este trabajo buscando aportar nueva evidencia para zanjar el tema. A raíz de las diferencias entre los trabajos, en vez de definir estrictamente las categorías para bajos y altos, los investigadores decidieron comparar la información de las personas de menor estatura con la de los individuos de más altura.
Como promedio, los hombres bajos estudiados estaban por debajo de los 165,4 cm, cifra que disminuía a los 153 cm en el caso de las mujeres. Los varones fueron consideraron altos midiendo más de 177,5 centímetros, mientras que las mujeres que sobrepasaban los 166,4 cm fueron ubicadas en esta categoría.
Al revisar la información sobre sus problemas de corazón, los investigadores comprobaron que había una relación clara entre la estatura y el riesgo cardiovascular. «Nuestros datos muestran que una estatura baja en la edad adulta confiere un riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovascular; 1,5 veces mayor que el de los individuos altos», señala el grupo de la Universidad de Tampere.
Dentro de sus conclusiones, los investigadores destacan que producto de la heterogeneidad de los estudios, no se ha podido identificar cuál es la estatura crítica a partir de la cual el riesgo cardiovascular comenzaría a ser más alto. Además, tampoco han podido dilucidar qué mecanismos están detrás de esta asociación.
Algunos de los supuestos que manejas es la posibilidad de que las personas más bajas tengan también un calibre arterial más pequeño, lo que haría más sencilla la obstrucción de los vasos. En este sentido, los autores enfatizan en la necesidad de contar con mayor cantidad de estudios para aclarar esta posible vinculación.
En un editorial que acompaña a este trabajo en ‘European Heart Journal’, el investigador finlandés Jaakko Tuomilehto, subraya la importancia de estos datos –si bien matiza que se basan en estudios observacionales y que deben corroborarse- y recuerda que estas conclusiones no suponen un seguro de vida para aquellos con más centímetros. «Los altos no tienen una protección contra las enfermedades coronarias. Ellos también tienen que prestar atención a los mismos factores de riesgo», concluye.
Revise el artículo en «European Heart Journal»