La cirugía endoscópica de columna vertebral es un procedimiento que poco a poco ha ido ganando espacio en el mundo como una técnica para solucionar diversas patologías con importantes beneficios para el paciente. En Chile, este tipo de intervenciones se realizan en la Clínica Bonati y uno de sus especialistas, el doctor José Luis Emparanza conversó con Ciencia y Salud sobre el desarrollo de la técnica y los beneficios que entrega al paciente entre los que destaca la tecnología especializada en el diagnóstico y tratamiento de las patologías de la columna vertebral, con una técnica de mínima invasión, bajo riesgo anestésico, y un método exclusivo de alta precisión.
Doctor, ¿en qué se basa este concepto de cirugía endoscópica de columna?
La población general malinterpreta el concepto porque piensa que son operaciones mínimas y que son casi cirugía menor, pero se aplica a cirugías de alta complejidad, pero con el daño colateral mínimo. En relación a columna, en Chile se ha hecho cirugía tradicional y Álvaro Dowling desarrolló esta técnica estudiándola a nivel mundial y se dedicó al tema de cirugía mínimamente invasiva hace unos 15 años, diría que es pionero en el área y que internacionalmente es más conocido incluso que en Chile.
En términos prácticos, ¿cómo se realizan las intervenciones?
La técnica consiste en introducir un endoscopio en la columna para poder abordar patologías de la misma, que son fundamentalmente hernias de la columna, estenosis, inestabilidades por diversos factores, fusiones vertebrales, etc. Una serie de patologías que anteriormente se trataban con cirugía tradicional. Actualmente somos pioneros en esta técnica y en el instituto Bonati estamos haciendo un mix de muchas técnicas que combinan el trabajo del Dr. Bonati y las técnicas hechas en Inglaterra, como por ejemplo el uso de células madres en columna para regenerar discos.
En su experiencia, ¿cuáles son las principales ventajas que ofrece este método?
La principal ventaja del método es que primero con poco daño colateral, se mete un instrumento y se llega a la lesión directamente. Segundo, lo hacemos con anestesia local, el paciente está despierto y por lo tanto nos colabora en todo el ámbito quirúrgico, en relación a lo que estamos haciendo.
¿En qué aporta el hecho de que el paciente esté despierto?
El paciente despierto nos va a avisar cuando le estemos haciendo algún daño y nos va a avisar si se siente realmente bien. Cuando uno comprime todo un nervio, duele en forma importante. Si el paciente está dormido, no hay posibilidad de saber si se está dañando un nervio, entonces cuando despierte va a sentir. Es tanto el problema en este sentido, que se inventó un sistema que se llama de potenciales evocados, donde se hace un electroencefalograma cuando el paciente está con anestesia general, de tal forma que cuando hay dolor y el nervio está sufriendo daño, hay ondas cerebrales que se van a alterar y siendo bien interpretadas podrían decir que ahí se está haciendo algún daño.
¿Qué tipo de patologías son las que se abordan con mayor frecuencia?
Si existe un dolor lumbar o una lesión de columna, que normalmente son multisegmentarias, vamos a tener varias cosas. Los discos intervertebrales, por razones genéticas se van degenerando a distinta edad y al fallar el disco, que es un elemento de amortiguación y que le da flexibilidad a la columna, este disco disminuye su altura y comienza la primera fase de un grado de inestabilidad local que se traduce en dolor de espalda, el típico lumbago. Cuando esto sigue avanzando, el disco puede reventarse generando una hernia que comprime el nervio. En tercera instancia, las facetasque son unas articulaciones posteriores que funcionan básicamente en la rotación de columna, se produce una irritación de ellas y provoca dolor. Por muchos años se ha hecho bloque facetario como la panacea del tratamiento del dolor lumbar, pero eso es como tener una caries en el diente y que te pongan anestesia local. La genialidad del doctor Bonati fue hacer cirugía con anestesia local y sirvió para aprender derribando muchos mitos respecto a qué duele en la columna, solucionando problemas que normalmente por cirugía tradicional no podemos tratar.
¿Qué dificultades presenta en este sentido la cirugía tradicional?
Por cirugía tradicional tenemos que entrar por vía posterior, lesionar músculos y ligamentos que son muy importantes en la columna, sacar huesos para desplazar la médula y el saco dural a nivel lumbar y acceder al disco para sacar la hernia. Se soluciona el problema, pero es como los bomberos que apagan el incendio pero destruyen la casa. Cuando hay una patología pequeña, por métodos tradicionales no se pueden abordar por los daños colaterales son muy grandes. Por otro lado cuando el paciente está acostado con anestesia general, uno opera una imagen. Como esta técnica se realiza con anestesia local, hacemos pruebas discométricas que consisten en pinchar el disco que creemos que está malo, le ponemos presión para ver a través de una evaluación de dolor dónde está el problema.
¿Esta técnica se ha ido masificando o más bien ha generado resistencia dentro de los especialistas?
Esto que lleva muchos años, como todo método que se introduce en un núcleo médico que no hace el sistema, produce mucho rechazo porque dicen cómo van a sacar hernias con anestesia local o se cuestiona si hay una sobreindicación al operar hernias pequeñas, pero estamos solucionando problemas fundamentalmente de gente joven, especialmente atletas que normalmente están con mucho dolor y que no tienen un buen tratamiento. Por otro lado lo mismo pasa en el adulto mayor. Chile está teniendo una población de adulto mayor muy alta, que tiene patología degenerativa la cual consiste en que la columna se va achicando por distintos factores como por ejemplo la osteoporosis, se van dando fenómenos de inestabilidad por discopatías múltiples y otros factores que van generando estenoraquis. Está lleno de pacientes que son los típicos viejitos que andaban “tullidos”, a pasos cortitos. Como esto es progresivo, al final los pacientes se van confinando a un espacio cada vez más reducido, hasta que al final optan por no salir.
¿Con esta técnica este tipo de pacientes tiene una alternativa a su problema?
Exacto. Primero al utilizarse anestesia local, podemos operar a diabéticos, a personas con problemas cardiacos y una serie de otras patologías. Como el paciente está despierto, no pierde el tono muscular y de esta forma las complicaciones como tromboflebitis, trombosis de extremidad inferior, entre otras, se minimizan. Además apenas termina la cirugía hacemos caminar al paciente en el postoperatorio y podemos ver si le duele o no. Es impresionante de ver, uno cada vez le va creyendo menos a la cirugía tradicional que muchas veces busca poner pernos para evitar el dolor.
En este aspecto, ¿qué cambio existe respecto a la cirugía tradicional, por ejemplo en el uso de pernos?
Es irracional desde el punto de vista mecánico y biomecánico fijar un segmento de columna porque el fijarlo, significa que no se va a mover y los segmentos inferiores y superiores van a tener que hacer el trabajo de éste. Al poner pernos en la columna estamos invadiendo espacios superiores e inferiores al afectado, estamos molestando dos espacios que están sanos o con daño mínimo para mejorar la función de otro.
Quedan claras la ventajas, pero en la práctica, ¿qué dificultades ha significado el uso de esta técnica?
Hay pocas especialidades médicas que estén haciendo cirugía que no sea mínimamente invasiva. El problema mayor de este tema es que la curva de aprendizaje es muy lenta. Estamos hablando de cinco o seis años para tener una formación relativamente sólida, entonces no es muy fácil que un centro llegue y decida hacer cirugía endoscópica de columna, se necesitan muchos años de circo. Cada día hay más elementos técnicos en cuanto a instrumental que nos ayudan muchísimo, esta es una cirugía de alta complejidad y alto costo porque lo que se ocupa es de altísimo nivel.
¿Qué escenario proyectan para esta técnica, una masificación, una consolidación?
Cuando uno presenta esto a los colegas es difícil que te crean, pero el boca a boca de los pacientes es muy importante. Obviamente que no es perfecta y también tiene sus fracasos. La columna es una estructura tremendamente compleja en la que no conocemos todavía su biomecánica, no sabemos bien cómo funciona, por lo tanto no tenemos la última palabra en el tema, pero creo que estamos bastante más cercanos que otras tendencias.