Fitoterapia: uso de las plantas medicinales con fines curativos

La fitoterapia es la ciencia que estudia el uso de los productos vegetales con una finalidad terapéutica: aliviar los síntomas, prevenir enfermedad o restablecer el estado de salud. Las plantas medicinales son un antiguo recurso terapéutico, las que se han utilizado como fuente de preparados medicamentosos, tanto en forma de infusión para uso oral o como cremas externas.

Según informa el Instituto de Salud Pública (ISP) a través de su sitio web, actualmente se sabe que las propiedades  de las plantas se deben a la presencia de principios activos o constituyentes con acción terapéutica, que estas poseen y que permiten aliviar distintas patologías.

Según detalla la Sociedad Chilena de Fitoterapia (Sochifito), la Fitoterapia “se encarga no sólo del uso de plantas medicinales, sino que también utiliza en sus tratamientos los fitofármacos y los fitomedicamentos”.

En primer lugar, la planta medicinal es aquella que en “uno o más de sus órganos contiene sustancias que pueden ser usadas terapéuticamente o que son precursores para la hemisíntesis químico-farmacéutica”, explica la Sochifito. Estas sustancias son llamadas metabolitos secundarios y se producen durante la fotosíntesis del organismo vegetal.

Los metabolitos secundarios son de utilidad para las plantas, ya que se defienden de organismos patógenos, intervención en procesos propios de cada una, protección UV, entre otros. Esto es utilizado por el ser humano para terapia, ya sea de forma directa, o tratándolo previamente.

Los Fitofármacos, según la actual definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “son productos medicinales acabados y etiquetados cuyos ingredientes activos estandarizados, están formados por partes aéreas o subterráneas de plantas u otro material vegetal, o combinaciones de estos, en estado bruto o en forma de preparaciones vegetales. Por material vegetal se entienden: jugos, resinas, aceites vegetales y cualquier otra sustancia de naturaleza semejante”.

Estos corresponden a extractos de plantas medicinales o de sus partes, cuyos principios activos son caracterizados previamente y, tras evidenciar sus propiedades farmacológicas, permitirán definir la estandarización correcta de los extractos para que permitan una adecuada dosificación, tanto en los estudios clínicos que se realizarán inicialmente como después, en su forma de fitomedicamentos, en el tratamiento de diversas patologías.

Los fitomedicamentos son el producto farmacéutico final, utilizado por la fitoterapia, que se consigue luego de que se estandariza el extracto y se apliquen las técnicas de manufactura de la industria farmacéutica correspondiente. También se les considera fitomedicamentos a los compuestos estandarizados de baja o mediana actividad, ya sean naturales o procesados que se utilizan por la fitoterapia (siempre y cuando sean estandarizados y fabricados por la industria o en condiciones GMP).

Esta relación fitofármaco-fitomedicamento es la misma que se produce entre un fármaco y un medicamento, ya que el primero es la muestra estandarizada de lo que posteriormente será el medicamento (ya sea gragea, pastillas, jarabes, etc.).

Un ejemplo del uso de fitofármacos que se ha posicionado bien en Chile es la utilización del extracto de Pelargonium sidoides EPS® 7630, proveniente de la Kaloba, una planta medicinal originaria del sur de África y perteneciente a la familia de las geraniáceas, que fue introducida en Europa a principios del siglo XX por el inglés Charles Henry Stevens, y que ha venido utilizándose desde entonces para el tratamiento de las infecciones y problemas respiratorios

Esta planta, muy utilizada desde la antigüedad en la etnomedicina africana,  para la disenteria y la diarrea, y en la primera mitad del siglo XX para la tuberculosis, ha despertado un gran interés en años recientes por su capacidad para disminuir la duración y la intensidad de los síntomas de muchas enfermedades respiratorias invernales.

De acuerdo a un reporte extraído del informe de evaluación de la Agencia Europea del Medicamento, el extracto de Pelargonium sidoides EPS® 7630 posee acción a nivel antiviral, inhibiendo la replicación de los virus que con más frecuencia producen las infecciones respiratorias de vías altas, mientras que a nivel antibacteriano reduce la adhesión bacteriana a las células epiteliales intactas de la mucosa respiratoria y, por lo tanto, protege al organismo de la colonización bacteriana y la infección/ superinfección.

Actualmente, está indicado para tratar infecciones respiratorias agudas de origen viral, que afectan principalmente las zonas de nariz, garganta y tórax, tales como: resfrío común, sinusitis, faringoamigdalitis, rinofaringitis, laringotraqueítis y bronquitis.

 

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