Cuando la pandemia por Covid-19 está dando una anhelada tregua a los kinesiólogos que se han desempeñado en todos los ámbitos del combate de esta enfermedad, hoy se ven enfrentados a otro frente de preocupación, la modificación del Código Sanitario.

El gremio luego de haber consultado a expertos en la materia, tiene una postura crítica respecto a la incorporación de quiroprácticos y profesores de educación física en el proyecto de modificación del Código Sanitario, al igual que otras profesiones consideradas en Chile como de salud complementaria o alternativa.

“No cabe duda que hay profesiones que realizan acciones de salud como, por ejemplo, la quiropraxia, vinculada generalmente a patologías dolorosas de la columna vertebral u otra articulación, pero a nosotros nos parece que antes de incorporarlos en el Código Sanitario en los mismos términos que las profesiones clásicas y que tienen una larga historia al servicio del país y han demostrado gran impacto sanitario en la salud pública, ellos tienen que pasar por un proceso de normalización”, enfatiza, Eduardo Tognarelli, Presidente Subrogante del Colegio de Kinesiólogos de Chile.

Argumenta que en el país la quiropraxia se imparte en tan solo una universidad privada (Universidad Central), en un programa de segunda titulación para Kinesiólogos, Médicos y Odontólogos, que tiene muchas críticas que han sido observadas por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), por su plataforma on line y por falta de coherencia en la formación.

“No hay información clara de las competencias, horas académicas e impacto sanitario de sus intervenciones, incluso podría catalogarse como una publicidad engañosa ofrecer grado de licenciado basados en los estudios previos de sus alumnos.  Si nos parece que tiene que ser regulada y podría ser mencionada en el código como una profesión de salud complementaria con una estricta regulación adicional; si no es así es un despropósito y un riesgo… es más, aquí se está legislando para un programa monopólico, que favorecería el lucro de una institución, esto es a lo menos materia de análisis para no ‘favorecer un negocio’ que hasta ahora sólo beneficia a unos pocos”, enfatiza.

Respecto a Educación Física, Tognarelli argumenta, “recordemos que es una disciplina del área de la educación, su título es de profesor, deberían desempeñarse en la educación y prevención en salud a través del ejercicio en personas sanas, no tienen competencias para realizar acciones en personas con condiciones que afectan la salud y por tanto, no tienen nada que hacer en el Código Sanitario. En la década de los 50 la Universidad de Chile decide separar la carrera Educación Física de Kinesiología -que habían tenido un origen común- porque entiende claramente que el perfil de formación profesional de los profesores va a enfocada a las personas sanas y para personas de riesgo o con alguna enfermedad existen los kinesiólogos: definitivamente esto es poner en riesgo a la población”.