El próximo 11 de octubre se lanzará el libro «Régimen liviano para paciente operado», que busca terminar con el concepto de «comida de enfermo», sugiriendo una pauta de alimentación más sabrosa, diversa y creativa, además de balanceada en su aspecto nutricional.
La publicación busca mejorar la adherencia a la nueva pauta alimenticia y su impacto en las condiciones físicas y nutricionales del paciente sometido a cirugía.
El texto cuenta con la participación de un equipo interdisciplinario que incluye cirujanos, coloproctólogos, nutricionistas, nutriólogos y chefs. La guía nutricional ya forma parte de un estudio que busca evaluar las condiciones físicas y nutricionales de pacientes alimentados en base a esta dieta.
Para una de sus autoras, la Dra. Mónica Martínez Mardónez, integrante de la Unidad de Coloproctología de la clínica Indisa y de la Agrupación de Médicos de la Clínica Indisa (AMCI), «con este libro sin fines de lucro, buscamos hacer accesible esta herramienta nutricional a personas con menores ingresos y mejorar su calidad de vida y condición nutricional luego de una cirugía”.
“Los pacientes suelen decir que la dieta liviana es monótona y desabrida y por ende se convierten fácilmente en personas monoalimentarias que se basan en no más de seis alimentos, incluso por un largo periodo, influyendo en su condición nutricional y afectando su capacidad de respuesta y recuperación a futuro», agrega la jefa de coloproctología del Hospital del Salvador.
La presidenta del Departamento de Recuperación Acelerada de la Sociedad de Cirujanos de Chile señala que cuando los profesionales realizan anastomosis, que son uniones intestinales y su recuperación exige una dieta no meteorizante, no irritante y baja en grasa, ello implica que los pacientes suelen alimentarse en base a carnes cocidas a la plancha, arroz, pastas, papa y un par de frutas cocidas.
Si bien en general la indicación es mantener una dieta liviana por 2 a 3 semanas -dependiendo el tipo de cirugía-, la Dra. Martínez comenta que en ocasiones ésta se prolonga más tiempo (ya sea por indicación médica o por la no suspensión del paciente), y en el caso de patologías como el cáncer, en donde se asocian tratamientos como la quimioterapia, el deterioro nutricional empeorará a menos que el paciente reciba una alimentación correcta, tanto en cantidad como en calidad.
Platos de fondo y recetas dulces
Priscila Verdugo, nutricionista y parte del equipo multidisciplinario que desarrolló este libro, plantea que la planificación de la dieta post cirugía requiere de un acucioso trabajo que incluye el examen clínico del paciente, así como de sus dimensiones sociales y alimentarias.
Luego de interpretar los parámetros bioquímicos, se realiza una evaluación antropométrica que incluye talla, peso y circunferencia braquial, entre otros; para finalmente estimar los requerimientos nutricionales, incluyendo proteínas, hidratos de carbono y lípidos, además de considerar los gustos y preferencias de los pacientes.
Usando la misma tabla nutricional recomendada por un hospital promedio, el equipo interdisciplinario elaboró una propuesta con 20 platos de fondo y 10 recetas dulces, mediante recetas sabrosas y nutritivas que utilizan ingredientes sencillos disponibles en ferias y supermercados.
La publicación fue desarrollada gracias al aporte de la Corporación de Amigos del Hospital Salvador, la Sociedad de Cirujano de Chile, la Sociedad de Coloproctología de Chile, la Escuela de Medicina de la Universidad Finis Terraa, Editorial Finis Terrae, y Fresenius Kabi Chile.
El lanzamiento del libro será el martes 11 de octubre a las 13 horas en el auditorio C-101 Edificio Pocuro de Finis Terrae (Pedro de Valdivia 1509, Providencia).
El libro estará disponible a partir del 21 de octubre en diferentes librerías del país y tendrá un precio de 15 mil pesos para el público general. En el caso de las personas afiliadas a Fonasa, lo podrán adquirir a 5 mil pesos en las oficinas de Ediciones Universidad Finis Terrae.