Con la llegada del verano y el inicio de las vacaciones, expertos en nutrición alertan acerca de los riesgos que significa mantener una dieta con poco o nulo consumo de frutas y verduras, insuficiente hidratación y la excesiva ingesta de alimentos ricos en contenido calórico.
La última radiografía de la alimentación, realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia indica que los hogares chilenos tienen un patrón alimentario poco saludable todo el año, debido al alto gasto en productos como bebidas azucaradas y dulces, y el bajo consumo de pescados y legumbres.
Estos preocupantes hábitos no son suficientes para alcanzar a cumplir las recomendaciones mínimas de una alimentación saludable. Y en época estival, la situación se agrava aún más debido al relajo que supone estar de vacaciones y el riesgo de aumentar los índices de obesidad.
Para la coordinadora de Nutrición de la Clínica Tarapacá, Paula Heredia, es necesario mantener una alimentación equilibrada y saludable siempre, es decir, “aquella que nos proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo”.
Y esto va más allá de mantener un peso adecuado, ya que lo más relevante es que “conlleva a conservar o restablecer la salud, y producir una disminución del riesgo de ciertas patologías”, advierte la profesional.
Requerimientos nutricionales
La nutricionista sostiene que, durante todo el año, es fundamental elegir alimentos variados, frescos y naturales, tales como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, lácteos, diferentes tipos de carnes y pescado.
Sin embargo, explica Heredia, durante el verano existen nuevos requerimientos nutricionales que son necesarios cumplir.
“La época estival afecta de sobre manera nuestra rutina de alimentación, influyendo las condiciones climáticas y el cambio de rutinas, vacaciones, etc. Pero es importante recordar que en verano nuestro organismo necesita mantener una rutina lo más parecida posible a lo normal”, afirma.
Alimentación en vacaciones
De acuerdo a la especialista, un alimento por sí solo no será ni saludable ni dañino, puesto que todo depende de la frecuencia de consumo, la cantidad y en particular del estado nutricional y salud del paciente.
“No es lo mismo establecer una dieta para una persona con estándares normales de nutrición que a una persona con diabetes e hipertensión. Todo depende del estado nutricional de la persona, sexo, edad, si hacen actividad física o tienen enfermedades asociadas”, aclara.
Con el objetivo de impulsar hábitos saludables durante el verano, Paula Heredia entrega las siguientes recomendaciones para tomar en cuenta durante las vacaciones:
• Intentar mantener una alimentación variada y equilibrada, donde podamos incorporar al día 3 porciones de ensaladas y 2 de frutas. Además de consumir carnes bajas en grasa, y productos integrales.
• Mantener horarios de alimentación.
• Si es posible planificar los menús, lo que permite comprar de forma ordenada y evitar comidas improvisadas.
• Comer de forma lenta, para lograr saciedad.
• Moderar el consumo de bebidas alcohólicas, ya que aportan calorías vacías que serán convertidas y acumuladas como grasa.
• Preferir los picoteos saludables, tales como verduras, galletas integrales y salsas bajas en grasas.
• Hidratarse permanentemente con al menos 2 litros de agua al día.
• Realizar, al menos 3 veces a la semana, una actividad física entre 30 a 35 minutos.