La obesidad puede ser factor de riesgo de 12 tipos distintos de cáncer

La Dra. María Luisa Garmendia, profesora asociada del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, e integrante del comité científico Código Latinoamericano y del Caribe contra el Cáncer (IARC), presenta el siguiente artículo acerca de cómo la obesidad puede ser factor de riesgo para 12 tipos de cáncer.

“La prevalencia mundial de obesidad se triplicó entre 1975 y 2016 y continúa aumentando en la mayoría de los países. El Atlas Mundial de la Obesidad del año 2022 estima que 2 mil millones de adultos en el mundo tienen exceso de peso, de los cuales 800 millones viven con obesidad.

Además, se calcula que mil millones de personas en todo el mundo (una de cada 5 mujeres y uno de cada siete hombres), tendrán obesidad para el año 2030.

Aunque la tendencia de la obesidad ha comenzado a disminuir en algunos países de altos ingresos, se ha acelerado en países de bajos y medianos ingresos. La obesidad infantil es particularmente preocupante porque es probable que continúe en la edad adulta y aumenta la exposición de por vida a los riesgos asociados”.

Enfermedades crónicas

“La obesidad se ha relacionado con varias enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y otros trastornos metabólicos y reduce la esperanza de vida. Además, según estimaciones del Fondo Mundial de Investigación en Cáncer (World Cancer Research Fund, en inglés), la obesidad es un factor de riesgo para 12 tipos diferentes de cáncer.

Existe fuerte evidencia de que aumenta el riesgo de cánceres de boca, faringe y laringe, esófago, estómago, páncreas, vesícula biliar, hígado, colorectal, mama en la post menopausia, ovario, endometrio, próstata y riñón.

Además, el Instituto de Cáncer de Estados Unidos estima que también podría relacionarse a cáncer de tiroides y a otros cánceres menos frecuentes como meningioma o mieloma múltiple.

A nivel mundial, se estima que el exceso de peso corporal da cuenta de aproximadamente el 4% de todos los cánceres, variando esta estimación entre regiones del mundo, sexo (es mayor en mujeres), así como según tipo de cáncer. Además, se ha observado que la obesidad puede empeorar varios aspectos de la supervivencia al cáncer, tales como la calidad de vida y la posibilidad de recidiva, así como su progresión y pronóstico”.

Posibles explicaciones

“Se han sugerido varios mecanismos posibles para explicar cómo la obesidad podría aumentar el riesgo de cáncer.

El tejido adiposo produce estrógenos, cuyos altos niveles se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama, de endometrio, de ovario y otros. Las personas con obesidad a menudo tienen niveles sanguíneos elevados de insulina e IGF-1, que pueden promover el desarrollo de cánceres de colon, riñón, próstata y endometrio.

La obesidad además se asocia a un estado de inflamación crónica de bajo grado, lo que lleva a un exceso de excreción de algunas adipoquinas (como la leptina) que pueden estimular o inhibir el crecimiento celular.

Por el contrario, otra adipoquina, la adiponectina, que puede tener efectos antiproliferativos que protegen contra el crecimiento de tumores, es menos abundante en personas con obesidad que en personas con un peso saludable”.

Recomendaciones

“Los organismos internacionales han sugerido varias recomendaciones a nivel individual para disminuir el riesgo de cáncer.

Mantener un peso saludable durante toda la vida es una de las formas más importantes de protegerse contra el cáncer, junto con ser físicamente activo o comer una dieta adecuada.

Sin embargo, la evidencia actual nos muestra la relevancia de la influencia del entorno en el que las personas viven en las decisiones que toman respecto a su dieta y actividad física.

Avanzar en la adopción de políticas directas que contribuyan a crear entornos alimentarios más saludables (restricciones a la comercialización de alimentos poco saludables, etiquetado nutricional e impuestos y subvenciones a los alimentos), políticas que reducan las barreras a la actividad física, o intervenciones en entornos comunitarios como escuelas o lugares de trabajo, permitirán avanzar en la prevención de la obesidad y por consecuencia de las cifras futuras de cáncer”.

Fuente: INTA.

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