El cáncer esofágico es el que ocurre en el esófago, es decir, en el tubo largo y hueco que ayuda a mover la comida que se traga desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago para ser digerida.
Según estimaciones de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, en los Estados Unidos aproximadamente 21.560 nuevos casos serán diagnosticados, y alrededor de 16.120 personas morirán a causa de esta patología este año.
La Dra. Shanda Blackmon, cirujana torácica de Mayo Clinic, advierte que “el cáncer de esófago está aumentando con la pandemia de obesidad, así como con el problema del aumento del reflujo en los Estados Unidos».
Tratamiento temprano
Si bien este tipo de enfermedad es una forma grave de cáncer, las tasas de supervivencia a cinco años se han cuadruplicado en las últimas décadas.
Estos resultados positivos se deben a que “el tratamiento temprano para el cáncer de esófago es fundamental. Sabemos que la supervivencia depende directamente de la etapa en la que se presente”, explica la Dra. Blackmon.
Además, agrega la especialista, la detección oportuna “permite tratamientos mínimamente invasivos que pueden preservar el esófago”.
Esofagectomía
«La esofagectomía es la cirugía que realizamos cuando las personas tienen cáncer en el esófago. Podemos extirpar una pequeña parte del esófago o todo el esófago. La forma en que lo extirpamos y lo reconstruimos depende de la etapa, la extensión del tumor, y cuánto tenemos que hacer y cuánto tenemos que reconstruir», expone la profesional.
Tener una esofagectomía mínimamente invasiva generalmente permite que un paciente se recupere más rápido con menos dolor que una esofagectomía abierta.
Decisiones saludables
Para la cirujana torácica de Mayo Clinic, un tratamiento temprano es fundamental para detener la enfermedad, ya que la supervivencia depende directamente de la etapa en la se presente. Sin embargo, “tomar decisiones saludables es la mejor prevención para el cáncer de esófago”.
• Comer una dieta saludable rica en frutas y verduras.
• Mantener un peso saludable.
• No fumar
• Evitar beber líquidos calientes.
• Beber alcohol con moderación o nada.
• Controlar el reflujo ácido y otros irritantes de la garganta.