Especialistas advierten sobre un aumento de consultas asociadas al SIBO

La hinchazón o distensión abdominal es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la práctica gastroenterológica y, además, uno de los síntomas más difíciles de comprender y enfrentar para un adecuado diagnóstico y manejo.

El sobrecrecimiento bacteriano de intestino delgado o SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth) es una enfermedad en la que el intestino delgado está anormalmente colonizado por un mayor número y tipo de bacterias, generando distintos síntomas gastrointestinales, entre ellos distensión abdominal, dolor abdominal, flatulencias, diarrea y/o estreñimiento.

El Dr. Fernando Torres, gastroenterológo – neurogastroenterólogo y presidente de la Filial Centro Sur de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), señala que el SIBO es una patología cada vez más conocida y de mayor consulta, aunque requiere de ciertas condiciones para un correcto diagnóstico ya que puede confundirse con otras enfermedades digestivas.

Si bien esta patología se da en hombres y mujeres y en cualquier momento de la vida, se observa una mayor incidencia en personas que usan de forma crónica y abusiva ciertos medicamentos como antibióticos, antiácidos, omeprazol y/o opiáceos, y que padecen de algunas enfermedades como diabetes, hipotiroidismo, síndrome intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal o antecedentes de cirugía bariátrica, condiciones que finalmente alteran el equilibrio saludable de bacterias en la flora intestinal, y predisponen al desarrollo de SIBO.

Detección del SIBO

Muchas veces a los pacientes que sufren de hinchazón se les solicita endoscopías digestivas altas y colonoscopías, estudios que no permiten identificar la presencia de esta enfermedad.

El examen disponible en Chile es el Test de Aire Espirado con lactulosa o glucosa, que permite demostrar la presencia de un sobrecrecimiento bacteriano productor de hidrógeno o sobrecrecimiento intestinal metanogénico.

El Test de Aire Espirado es una prueba sencilla, no invasiva y accesible, que además identifica otros problemas como la malabsorción de lactosa o fructosa.

El especialista señala que es muy frecuente encontrar pacientes que presentan hinchazón, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, y este tipo de tecnología permite tan solo a través de un soplido, establecer un diagnóstico correcto y un tratamiento más adecuado.

“Lo más importantes es que hablamos de personas con una mala calidad de vida y una dieta cada vez más restrictiva, que deambula en el sistema de salud por largo tiempo y muchos procedimientos como una endoscopía, que no les permiten llegar a un diagnóstico certero”, puntualiza el Dr. Torres.

El gastroenterólogo explica que el SIBO, ante un diagnóstico tardío, puede manifestarse con baja de peso, anemia, déficit de vitamina B12 y vitamina D, e incluso desencadenar depresión, dolor articular, y manifestaciones cutáneas como acné y rosácea.

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