El uso de una nueva herramienta que utiliza datos tridimensionales hizo que los investigadores de Mayo Clinic descubrieran una serie de cambios cerebrales en la enfermedad de Alzheimer, caracterizados por aspectos clínicos únicos y conductuales de las células inmunitarias.
La herramienta de índice corticolímbico recopila datos 3D de varias áreas del cerebro afectadas por la enfermedad, lo que permite a los profesionales de la salud e investigadores obtener una mejor comprensión de las diferencias en las experiencias de las personas que la padecen.
La herramienta clasifica los casos de la enfermedad de Alzheimer en tres subcategorías según la ubicación de los cambios cerebrales. La investigación continúa con el trabajo previo del equipo, demostrando cómo estos cambios afectan a las personas de varias maneras. Descubrir la patología microscópica de la enfermedad puede ayudar a los investigadores a identificar biomarcadores que pueden influir los futuros tratamientos y atención a los pacientes.
“Nuestro equipo encontró diferencias demográficas y clínicas notables entre sexo, edad al inicio de los síntomas y tasa de deterioro cognitivo”, dice la autora principal, Dra. Melisa E. Murray, neuropatóloga traslacional en Mayo Clinic de Florida.
El índice corticolímbico asigna una puntuación a la ubicación de enredos tóxicos de proteínas Tau que dañan las células en las regiones del cerebro asociadas al Alzheimer. Las diferencias en la acumulación de los enredos afectaron la progresión de la enfermedad.
El estudio
El equipo analizó muestras de tejido cerebral de un grupo multiétnico de casi 1.400 pacientes con enfermedad de Alzheimer, donados entre 1991 y 2020. Las muestras están almacenadas en el Banco de Cerebros de Mayo Clinic que se deriva de una asociación con la Iniciativa para la Enfermedad de Alzheimer del estado de Florida.
Para verificar el valor clínico de la herramienta, investigaron más a fondo a los participantes del estudio de Mayo Clinic que se sometieron a neuroimagen mientras estaban vivos. Los científicos encontraron que los resultados del índice corticolímbico coincidían con los cambios en el hipocampo detectados por la imagen por resonancia magnética (IRM) y los cambios en la corteza detectados por la tomografía por emisión de positrones Tau (Tau-PET).
“Al combinar nuestra experiencia en las áreas de neuropatología, bioestadística, neurociencia, neuroimagen y neurología para abordar la enfermedad de Alzheimer desde todos los ángulos, hemos logrado avances significativos en la comprensión de cómo ella afecta al cerebro”, explica la Dra. Murray.
“El índice corticolímbico es un puntaje que puede alentar un cambio de paradigma hacia la comprensión de la individualidad de esta enfermedad compleja y ampliar nuestra perspectiva. Este estudio marca un paso significativo hacia la atención personalizada, ofreciendo esperanza para futuras terapias más efectivas”, agrega.
Los siguientes pasos del equipo de investigación serán traducir sus hallazgos en la práctica clínica, proporcionando a los radiólogos y otros expertos médicos acceso a la herramienta de índice corticolímbico.
La Dra. Murray dice que la herramienta puede ayudar a los médicos a determinar la progresión de la enfermedad de Alzheimer en los pacientes y mejorar su manejo clínico. El equipo también está planeando más investigaciones utilizando la herramienta para identificar áreas del cerebro resistentes a los efectos tóxicos de la proteína Tau.