Luego de participar en el Impact Cell and Gene Therapy Meeting que reunió en Chile a los principales investigadores, médicos y especialistas en terapia celular e inmunoterapia, la Dra. Virginia Picanco analizó con Cienciaysalud.cl cómo ha sido la experiencia de Brasil en el tratamiento CAR-T y sus prometedores resultados para ciertos tipos de cáncer de sangre.
La investigadora y profesora asociada en el Centro de Sangre Ribeirao y el Centro de Terapias Celulares de la Universidad de Sao Paulo resaltó que el encuentro que se realizó a fines de marzo, organizado por el grupo Impact, junto al International Society for Cell & Gene Therapy (ISCT) y la Clínica Universidad de Los Andes, fue “una oportunidad única para intercambiar experiencias y ampliar mi red de contactos en el campo de la terapia celular”.
La terapia con linfocitos T con receptor quimérico para el antígeno (CAR-T, por sus siglas en inglés) es una técnica en que al paciente se le extraen las células T y se modifican genéticamente para que produzcan receptores quiméricos para el antígeno, que se reintroducen en el torrente sanguíneo, donde se dirigen a las células cancerosas y las destruyen.
Esta terapia está aprobada para tres patologías: linfoma no Hodgkin de células B, leucemia linfoblástica aguda B y mieloma múltiple, y su desarrollo es importante en Estados Unidos y algunos países de Europa, mientras que Brasil presenta avances en la región.
Respecto de la experiencia de Brasil, la investigadora recordó que “inicialmente se enfrentó a importantes retos en términos de disponibilidad y acceso debido a cuestiones regulatorias, logísticas y financieras”.
“Sin embargo, con los continuos avances en investigación y desarrollo, combinados con una mejor comprensión de la eficacia y seguridad de estas terapias, hemos sido testigos de una creciente adopción e implementación de las células CAR-T en diversas instituciones sanitarias de nuestro país”, señaló.
Además, destacó hitos como:
• Establecimiento de normativas claras para el desarrollo y el uso de terapias celulares avanzadas a través de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
• Creación del centro Nutera, que forma parte del mayor programa de tratamiento avanzado del cáncer de América Latina y consta de 14 salas especialmente diseñadas para la producción de CAR-T.
• Formación de los profesionales sanitarios para hacer frente a las complejidades específicas de la terapia celular, desde la recogida de células del paciente hasta la administración y el seguimiento postratamiento.
“Podemos decir con orgullo que, gracias a los avances de nuestro centro de investigación, ya hemos tratado con éxito a 20 pacientes, ofreciendo nuevas esperanzas en la lucha contra el cáncer y otras enfermedades graves. Estos prometedores resultados refuerzan nuestro compromiso permanente con la innovación y la excelencia en el campo de la terapia celular”, remarcó.
Revolución en el tratamiento de enfermedades hematológicas
La investigadora y profesora asociada en el Centro de Sangre de Ribeirão y el Centro de Terapias Celulares (CTC) de la Universidad de Sao Paulo planteó que la terapia celular CAR-T “se caracteriza por una serie de avances significativos que están revolucionando el tratamiento de diversas enfermedades hematológicas, especialmente ciertos tipos de cáncer”.
La Dra. Vivanco comentó que los avances incluyen la ampliación de las indicaciones para incluir una variedad cada vez mayor de cánceres hematológicos y sólidos, mientras que la tecnología está mejorando la eficacia y la seguridad de estas terapias.
“La investigación se centra en superar retos como la resistencia tumoral, los efectos secundarios y la toxicidad, así como en explorar estrategias de terapia combinada y personalización del tratamiento para maximizar los beneficios para los pacientes”, indicó.
“Con estos avances, las terapias con células CAR-T prometen seguir desempeñando un papel crucial en oncología, ofreciendo nuevas esperanzas y posibilidades de tratamiento a pacientes que antes carecían de opciones terapéuticas eficaces”, agregó.
Los desafíos de la región
En el caso de Chile, existe investigación básica en la Universidad de Los Andes con el proyecto Impact, desarrollado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que tiene un alcance de 10 años y busca avanzar en este tipo de terapias.
Para la experta brasileña, “el desarrollo de la terapia celular en América Latina es crucial para afrontar los retos sanitarios de la región, proporcionar un acceso equitativo a tratamientos innovadores y reducir la dependencia de tecnologías extranjeras”.
“Además de promover la capacidad científica y tecnológica local, el desarrollo de terapias celulares adaptadas a las necesidades de la población latinoamericana puede impulsar el crecimiento económico, crear empleo y estimular la inversión en investigación e infraestructuras. Al invertir en investigación e innovación en el campo de la terapia celular, América Latina no sólo mejora la salud de su población, sino que también refuerza su posición en el panorama mundial de la biotecnología y la salud”, concluyó.