Investigadores de la Universidad de California en San Diego descubrieron que la forma más común de cáncer de hígado (con una alta tasa de mortalidad) se puede atacar y tratar mejor utilizando una nueva terapia innovadora derivada de células madre, según un estudio publicado recientemente en Cell Stem Cell.
El tratamiento, aún no estudiado en pacientes, implica la ingeniería de laboratorio de células asesinas naturales (NK), glóbulos blancos que destruyen las células tumorales, para combatir de manera más efectiva el carcinoma hepatocelular (CHC), uno de los tipos de tumores sólidos más resistentes al tratamiento.
La terapia con células NK modificadas genéticamente no requiere personalización, como la terapia con células T que expresan receptores de antígenos quiméricos (CAR), una forma de inmunoterapia relativamente nueva y personalizada.
Eso significa que una terapia con células NK podría producirse en masa y estar lista para su comercialización para los pacientes, quienes podrían comenzar la terapia sin demora, según muestra su nueva investigación.
“Hasta cierto punto, todas las células tumorales -y quizás más aún el carcinoma hepatocelular- inhiben las células inmunes que intentan matarlas”, dijo el Dr. Dan Kaufman, académico de la Facultad de Medicina de la UC San Diego, autor principal del estudio, director del Centro de Terapia Avanzada Sanford en el Instituto de Células Madre Sanford y miembro del Centro de Cáncer Moores.
“Esta es una de las razones clave por las que algunas inmunoterapias como las células CAR T han tenido menos éxito en los tumores sólidos que en los cánceres de la sangre: el microambiente tumoral inmunosupresor”, añadió.
Kaufman y su equipo produjeron células NK derivadas de células madre en las que se desactivó el receptor del factor de crecimiento transformante beta (TGF-?), una proteína que afecta la función inmunológica. Los tumores de carcinoma hepatocelular y el hígado en general contienen grandes cantidades de esta sustancia, que inhibe la actividad de las células inmunológicas y permite la proliferación del cáncer.
Descubrieron que las células NK típicas sin el receptor desactivado, como las células CAR T, no eran muy eficaces para combatir el cáncer. “Son tumores bastante resistentes; cuando los colocamos en ratones, crecen y matan a los ratones”, dijo.
La tasa de supervivencia a cinco años para el carcinoma hepatocelular en humanos es inferior al 20%.
Sin embargo, cuando los investigadores probaron las células NK modificadas contra el cáncer, “obtuvimos una actividad antitumoral muy buena y una supervivencia significativamente prolongada”, señaló.
“Estos estudios demuestran que es crucial bloquear el factor de crecimiento transformante beta, al menos para las células NK, pero también creo que es cierto para las células CAR T. Si se liberan las células NK bloqueando esta vía inhibidora, deberían eliminar el cáncer de manera bastante efectiva”, señaló Kaufman.
Ensayos clínicos
El investigador anticipó que el descubrimiento de su equipo se manifestará en los ensayos clínicos de muchos grupos de investigación y empresas, ya sea que estén trabajando en terapias con células T CAR o células NK, combatiendo el carcinoma hepatocelular u otros tipos desafiantes de tumores sólidos.
“Cualquier persona que desarrolle este tipo de terapias para tumores sólidos debería trabajar para inhibir la actividad del factor de crecimiento transformante beta para mejorar la eliminación del cáncer y lograr una actividad antitumoral efectiva”, indicó.