A mediados de agosto, el Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile escogió una nueva directiva, encabezada por el Dr. Carlos Marchant, académico de la Universidad de Valparaíso y el profesional más joven de la orden a sumir la presidencia. En 2016, el especialista en endodoncia protagonizó un hito similar, al asumir con 29 años la presidencia del Colegio de Cirujanos Dentistas de Valparaíso.
“Se agradece la cantidad de apoyo que se obtuvo a lo largo de todas las regiones, no solamente en la región de Valparaíso, que es de donde vengo. Ciertamente, ha sido un peso importante y una responsabilidad sobre los hombros, porque soy el presidente más joven que ha tenido el gremio. Tengo 34 años y soy el primero que viene desde la región de Valparaíso, entonces están en esas cosas que le dan la emoción extra”, relata el cirujano dentista sobre su elección.
Su cargo durante los próximos dos años contempla el posicionar a la odontología en la agenda pública, mejorar la orgánica interna del gremio y generar un diálogo con la sociedad civil para conocer cómo ellos perciben a la odontología y cuáles son las problemáticas que ella visualiza, además de concientizar sobre la importancia de la salud oral. Además, a días de asumir el cargo, le tocó enfrentar la reforma al Código Sanitario, modificación a la que la orden se ha mostrado crítica.
¿Qué falencias visualizan en el sistema sobre la salud oral?
Actualmente, a nivel mundial existe una baja cobertura de la odontología, cuestión que también sucede en Chile. Esto genera que las personas no tengan el acceso a la salud odontológica, cuando ellas deberían poder acceder a esta de la misma forma que accede a cualquier otro tipo de salud. El Estado de Chile, sistemáticamente desde hace mucho tiempo, ha coartado la posibilidad de que las personas accedan a libre elección en salud oral y ese tipo de políticas se deben cambiar. Si se cambia a un sistema de salud único universal, que es lo que está promoviendo en general, se debiese incluir la salud oral porque si no la incluye, obviamente ya deja de ser único y universal.
En este sentido, ¿Son efectivas las políticas públicas sobre salud oral en Chile para el control y prevención de enfermedades dentales?
En Chile tenemos un sistema sanitario en salud oral que está enfocado en los niños, desde que la madre está embarazada, básicamente. Después está el programa “Sembrando sonrisas” (entre otros), para niños que estén en el sistema público, y podríamos decir que hasta los 6 años tenemos un control, en cierta medida, de la salud de los niños. El problema es que todas las medidas están enfocadas solamente en ese tiempo. El seguimiento de la salud oral se va perdiendo en una etapa donde los niños y adolescentes desarrollan todas sus habilidades, costumbres y hábitos. Cuando son atendidos a los 12 años y luego cuando están en cuarto medio, nos damos cuenta de problemas serios de caries y daños dentales irreversibles que pudieron haberse evitado si se hubiera hecho una un correcto seguimiento.
La mayor parte de la gente en la etapa adulta acumula daño y eso se evidencia con el GES de Urgencia Odontológica Ambulatoria, que es el más utilizado en Chile. Este GES se utiliza cuando el daño es muy grande, llegando incluso a tener que sacar el diente, empezar mutilaciones, en definitiva, para tratar de restaurar algo y rehabilitar a las personas.
Es triste, complejo y preocupante; es como la “historia de terror de la salud oral”, por decirlo así, que se ve mucho más en las personas de estrato socioeconómico más bajo. Trabajo en el servicio público y veo a varios pacientes con muy pocos dientes y eso es preocupante porque después de perder ya nueve dientes, se podría hablar de que hay un grado de discapacidad para comer, hablar, para socializar y ciertamente la idea es que no tengamos un país de personas en situación de discapacidad en esa área, que es posible de prevenir.
¿Cómo se podría evitar llegar a este daño en la salud dental?
Necesitamos de correctas políticas de promoción, prevención y atención temprana en salud oral. Se ha normalizado ver gente que le faltan dientes o que tienen dolores dentales en general. Yo me pregunto si nosotros veríamos tan normal a la gente andar sin dedos por la calle, entonces ese tipo de cosas son las que tenemos que tratar de luchar y cambiar, porque finalmente la salud oral es parte del cuerpo y es parte de la salud integral.
En esa línea, se necesita también de concientizar a la población sobre las enfermedades dentales y cómo prevenirlas.
Sí, pero eso va de la mano con las políticas públicas. Cuando hablamos de la poca conciencia, también es una falta de política pública, porque esta debería ir de la mano con la educación. Si todos fuéramos educados desde chicos con respecto a lo que es el tema de la salud oral y lo viéramos como un derecho indivisible de nosotros, claramente que tendríamos una conciencia mayor. Entonces, ya desde esa perspectiva, hay una falta de política pública. Ahora, también ocurre que el sistema actual chileno promueve más las especialidades que la prevención y eso no solamente a nivel odontológico, sino también a nivel médico. Tenemos un modelo bastante hospitalocentrista. Cuando nosotros solamente atacamos la consecuencia, pero no la causa, lo único que logramos es que aparezcan cada vez más consecuencias, porque nunca vas a tener la cantidad de personal suficiente para atender las consecuencias, si nunca te enfocaste en las causas.
Respecto a la sociedad civil, ¿Qué plan tiene el Colegio de Dentistas para concientizar a la población sobre la salud oral?
Lo importante es que trabajemos todos juntos en la mejora de la salud. Espero poder juntarme con personas de la sociedad civil para que nos ayuden a orientar cuáles son las necesidades que detectan de la salud oral de cada uno de ellos y ellas, para así tratar de orientar o ayudar a mover las políticas públicas hacia las necesidades de la población chilena. El Colegio de Cirujanos Dentistas está en pro de desarrollar la profesión, pero mejorando el bien público que es la atención a la ciudadanía.
Pasando a la discusión sobre la reforma al Código Sanitario, ¿Cómo afectan estas modificaciones al ejercicio odontológico?
La reforma del Código Sanitario profundiza el hospitalocentrismo y profundiza demasiado en hipersegmentar las profesiones de la salud. En el caso de la odontología, la separa de las funciones de la medicina, como si nosotros pudiéramos sacarnos la boca y dejarla aparte del cuerpo.
Las modificaciones del Minsal, que no contemplan el trabajo que los representantes del Colegio de Cirujanos Dentistas realizaron durante 4 años en la mesa convocada por el ministerio, dificultan que podamos prescribir medicamentos, órdenes médicas, dispositivos médicos, entre otros, obstaculizando la labor del cirujano dentista y sus diferentes especialidades, así como pone en riesgo la salud de la población, generando un aumento de trámites burocráticos o políticos que afectarían las prestaciones en salud.
¿Cuál es la solicitud que hacen al gobierno respecto a estas nuevas indicaciones?
Junto a otros Colegios profesionales de la salud, queremos que se retiren estas indicaciones, ya que al final del día están haciendo retroceder a Chile en el ámbito sanitario, más que hacerlo avanzar. La última declaración de la Organización Mundial de la Salud establece la necesidad de que la odontología se integre a todas las áreas de la salud del cuerpo, y también la Federación Dental Internacional está promoviendo el acceso de la odontología al tratamiento integral de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el cáncer, por ejemplo.