Chile no cuenta con buenos índices de nutrición. Es más, el principal problema de salud que se encuentra presente en todos los grupos etarios en control del sistema público es la malnutrición por exceso. Según la última Encuesta Nacional de Salud 2017, el 39.8% de la población tiene sobrepeso; un 31.2% tiene obesidad y un 3.2% tiene obesidad mórbida.
Estas cifras reflejan que casi tres de cada cuatro chilenos presentan algún grado de malnutrición por exceso, el cual aumentó diez puntos porcentuales desde 2010, cuando se registró una prevalencia de 64.4%, a pesar de las políticas de prevención implementadas.
Los índices de obesidad y sobrepeso también están presentes en la niñez. El Mapa Nutricional 2019 de la JUNAEB, constató que un 52% de las(os) escolares tiene sobrepeso u obesidad. Un grupo crítico son las(os) estudiantes de 5to básico, donde el 60% presenta algún grado de malnutrición por exceso, niños que evolucionarán con obesidad en la adultez, según los expertos.
De esta forma, el país se ve enfrentado a una malnutrición que implican importantes costos en la vida de las personas que las padecen, así como también en materia de recursos estatales destinados al abordaje de la problemática. “Es importante tener claro que el estado nutricional de una población está determinado por un conjunto de factores sociales, económicos, ambientales y biológicos que influyen en su capacidad de adquirir, consumir y utilizar efectivamente los alimentos ingeridos”, resalta la directora de la carrera Nutrición y Dietética del Departamento Ciencias de la Salud de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la nutricionista Ángela Contreras.
¿Cuál es el estado de nutrición que hay en el país?
Un estado nutricional adecuado es el que da cuenta de una ingesta de alimentos que permite la incorporación de nutrientes al organismo y que cubre las necesidades metabólicas, fisiológicas y bioquímicas de un individuo.
Los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud 2017, muestran que gran parte de la población presenta exceso de peso en las distintas edades. La variación observada va desde un 40,8% en el rango etario de 15 a 19 años, hasta un 85,3% en el grupo de 50 a 64 años de exceso de peso (esto incluye sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida). Esto expresado en número de personas, se traduce en que existen 10.301.529 personas con exceso de peso en Chile según la última ENS, si a eso se suma que un 86,7% de la población en Chile es sedentaria, se unen factores de riesgo importantes para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión o diabetes.
¿Qué implican estos datos para el sistema de salud?
Algunos estudios elaborados a partir de los datos de la encuesta muestran que la magnitud de población que requiere atención médica y cuidados crónicos supera la capacidad de respuesta del sistema de salud chileno, por lo que es urgente generar estrategias preventivas de tipo poblacional que ayuden a tratar estos problemas de salud optimizando los recursos existentes. Esto es una necesidad concreta que requiere propuestas no solo de nutrición comunitaria, sino también de otras intervenciones que apunten a mejorar la salud de la población.
¿A qué se dedica la nutrición comunitaria?
La nutrición comunitaria se ha definido como el conjunto de actividades vinculadas a la Salud Pública, que, dentro del marco de la nutrición y promoción de la Salud, se desarrollan con un enfoque participativo de la comunidad. Esta tiene por objetivo mejorar el estado nutricional y de salud de los individuos y grupos de población de una comunidad.
Para llevar a cabo este objetivo se vinculan tres elementos que son centrales para hablar de nutrición en comunidades. El primero es “grupos de población”, lo que significa que quienes son sujeto de intervención no es un individuo en particular sino un colectivo. Por otro lado, están las “políticas alimentarias y nutricionales”, que son las medidas adoptadas por las autoridades para intervenir un determinado problema que tiene relación con la nutrición de las personas, y finalmente los “programas de intervención” que son las actividades diseñadas para mejorar el estado nutricional y de salud de las comunidades a intervenir.
Básicamente el procedimiento consiste en identificar y evaluar problemas nutricionales de la comunidad a intervenir, luego diseñar, organizar, implementar y evaluar programas de intervención nutricional utilizando distintas estrategias orientadas a modificar aspectos del ambiente laboral, escolar, en el hogar, u otros e intervenir a colectivos de riesgo o a población general.
¿Por qué es importante conocer la nutrición de una comunidad?
Para poder generar acciones sanitarias adecuadas a las necesidades de la población, que se adapten al contexto sociocultural y económicos de los mismos, es necesario identificar y evaluar los problemas nutricionales que afectan a dicha población y generar intervenciones que pueden transformarse en políticas alimentario-nutricionales o programas de intervención, aquí es donde hablamos de nutrición comunitaria, como una de las vías de intervención.
Entendemos por políticas alimentarias y nutricionales el conjunto de medidas adoptadas por las autoridades con responsabilidades dentro de este campo, con el fin de abordar determinado problema de salud de la población, un ejemplo de esto es la ley 20606, ley de etiquetado frontal de los alimentos con sellos “alto en”.
En cuanto a los programas de intervención, son los instrumentos que utilizan los profesionales de la nutrición comunitaria para mejorar el estado nutricional y salud de la población. Consisten en una secuencia ordenada y sistemática de actividades previstas para realizar con toda la población o bien con grupos específicos (población escolar, adolescentes, ancianos, mujeres embarazadas, otros), un ejemplo de esto es la intervención “vida sana” que se desarrolló en centros de atención primaria del país.
¿Qué desafíos hay en la materia?
Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las principales causas de morbimortalidad en Chile y la alimentación, el sedentarismo y el consumo de alcohol influyen en el nivel de salud de la población. Considerando lo anterior, el generar estrategias poblacionales que permiten tener una mejor calidad de vida es uno de los objetivos centrales de la nutrición comunitaria.
Por otra parte, el envejecimiento de la población también representa un desafío importante, puesto que la extensión de la vida, asociada a una buena calidad de esta y menor gravedad y complicaciones de patologías crónicas es lo deseado en esta etapa del ciclo vital.
Finalmente, uno de los desafíos más importantes, que considero central en el ámbito de la nutrición comunitaria, es involucrar a toda la comunidad a participar en la solución de sus problemas de salud, no son solo los agentes sanitarios, equipos multidisciplinarios, quienes tienen la responsabilidad de aportar, sino toda la comunidad es quien tiene que apoyar las intervenciones propuestas o colaborar en la búsqueda de nuevas soluciones a dichos problemas.
En el modelo alimentario actual existen múltiples involucrados que tienen injerencia en que nuestro modelo de alimentación pueda migrar a una alimentación más saludable y con ello pueda también mejorar nuestra calidad de vida.
Las medidas individuales para tratar los problemas de salud en el ámbito alimentario nutricional que afectan a nuestra población no han tenido el impacto deseado, por lo que se requiere complementarlas con medidas poblacionales, que apoyen el abordaje de estos problemas de salud, logrando mejorar la calidad de vida y seguridad alimentaria de la población.