El jueves 8 de abril se realizó el simposio Vacunas para la prevención de COVID-19: Perspectivas desde la Ciencia, Salud Pública y Educación, organizado por el Comité Científico Odontológico para la Prevención de COVID-19 de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile.
La Decana de la Facultad de Odontología de la U. de Chile, Dra. Irene Morales Bozo, inició la jornada presentando a los expositores. Esta tuvo como fin informar sobre el funcionamiento de las vacunas, su producción nacional y las variaciones del SARS-CoV-2.
El evento virtual contó con la exposición de los expertos Dr. Alejandro Escobar, del Instituto de Investigación en Ciencias Odontológicas de la U. de Chile; Dr. Ricardo Soto Rifo, del Laboratorio de Virología Molecular y Celular de la Universidad de Chile; Dra. Jeannette Dabanch, Internista infectóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile y el Dr. Flavio Salazar, vicerrector de Innovación y Desarrollo de la U. de Chile.
Para comenzar, el Dr. Escobar explicó cómo funcionan el sistema inmune y las vacunas, en términos generales, abarcando la evolución de estas hasta las últimas desarrolladas para controlar el SARS-CoV-2. Respecto a las ventajas de la inmunidad adaptativa sobre la inmunidad innata, explicó que “la primera va aprendiendo qué patógenos pueden ser destruidos por el sistema inmune adaptativo”, mientras que en la segunda “muchos organismos han desarrollado mecanismos de escape que les permite superar a esta parte del sistema inmune”.
Además, agregó que la función de la inmunidad colectiva o de rebaño “es proteger al individuo susceptible (aquel que razones específicas no puede acceder a la vacuna) para cortar la cadena de contagio”.
Por su parte, el Dr. Soto habló en el simposio sobre las variantes de preocupación del Covid-19 que se han desarrollado, cómo estas pueden dificultar el plan de inmunización y sobre la importancia de la vigilancia genómica que cada país debería desarrollar.
El académico destacó que los países con altas tasas de circulación del virus y la baja tasa de vigilancia genómica dificultan la identificación de variantes nuevas de sars-cov-2. Por ejemplo, describió, “la variante de Brasil llamada P.1 fue identificada en Japón y no en Brasil, puesto que el país latinoamericano no cuenta con plan de vigilancia al nivel del país nipón”.
Desde esta perspectiva, enfatizó que Chile debe esforzarse por mejorar su plan de vigilancia genómica del SARS-CoV-2, con el fin de estudiar cómo se comporta el virus en territorio chileno. “En reino unido el consorcio de genoma de reino unido al 31 de marzo tenía 385.854 secuencias y hoy (8 de abril) ya llevan 422.804, lo que habla de una capacidad de secuenciación enorme y de una gran contribución para el entendimiento de la pandemia”, detalló.
En tanto, la Dra. Dabanch explicó en detalle sobre las principales vacunas que se están utilizando en el mundo para inmunizar a la población, además de abarcar las dimensiones sanitarias, sociales y económicas globales que ha trastocado la pandemia por Covid-19.
Respecto a su desarrollo acelerado y las aprobaciones de emergencias, la académica aseguró que los organismos internacionales y el mismo ISP “en ningún caso han tranzado los criterios de seguridad, inmunogenicidad y eficacia que deben cumplir las vacunas. Son todas seguras y tienen estudios fase I y II y algunos resultados ya han sido revisados por pares.”
Para finalizar la jornada, el Dr. Salazar, habló sobre el proyecto “Centro de Producción de Vacunas y Productos Biológicos en el Parque Académico Laguna Carén”, que tiene por objetivo crear una red de centros de investigación y desarrollo para la elaboración de vacunas.
Para el vicerrector VID de la Casa de Bello, es importante para el país “generar capacidades propias para responder a futuras pandemias con el desarrollo de vacunas y productos farmacéuticos”, recordando que el país hasta el 2002 desarrollaba sus propias dosis de inoculación.