Neurología y neurocirugía al servicio de la alta complejidad

Un interesante modelo de organización que privilegia la alta complejidad, entregando múltiples beneficios al paciente por su rápido diagnóstico y manejo es el que tiene la Clínica Santa María.  El Dr. Walter Feuerhake, destacado especialista y jefe del Servicio de Neurología y Neurocirugía de de la institución conversó con Ciencia y Salud para explicar cuáles son las principales ventajas que entrega este modelo y cómo se ha ido implementando para posicionarlo como un centro de alta complejidad.

¿Cuál es a su juicio la principal característica del Servicio de Neurología y Neurocirugía de Clínica Santa María?

Es un servicio de neurología y neurocirugía, con un servicio de neuroradiología intervencional adosado, trabajamos absolutamente en conjunto un equipo formado por 11 Neurólogos, 6 Neurocirujanos, 3 Neruoradiólogos, Enfermeras  especializadas y un Tecnólogo Médico. La característica nuestra es el trabajo conjunto en donde las decisiones diagnósticas y terapéuticas se toman en grupo.

¿Cuál es el enfoque que le quiere dar a este Servicio?

En el servicio tenemos un alto interés por la patología neurológica compleja que requiere de equipos médicos y de infraestructura especialmente dispuestos para enfrentar este tipo de patología de la manera más adecuada.

Dentro de la alta complejidad, nos dedicamos especialmente a lo más frecuente, la patología cerebrovascular .También tenemos bien desarrollado lo relacionado con epilepsia, trastornos del sueño, tumores cerebrales, entre otras patologías que también  requieren infraestructura y especialistas dedicados.

¿Tener este equipo cohesionado lo evalúan como una ventaja comparativa?

Es indudable que constituye una ventaja para los pacientes ser atendidos por un equipo multidisciplinario que se inicia con la presencia de un neurólogo  las 24 hrs del día en el servicio de urgencia, con exámenes de la más alta complejidad disponibles en el momento oportuno.

Estos elementos son básicos para atender la patología neurológica compleja que es bastante más frecuente de lo que se imaginan las personas. La presencia del neurólogo en la primera atención permite diagnosticar en forma oportuna y adecuada una serie de cuadros que se inician con síntomas menores y que a veces no son diagnosticados por el médico general.  Debe existir una selección oportuna de los pacientes para realizar las distintas terapias en el menor tiempo posible.

¿A qué responde esta selección?

En primer lugar las competencias de un neurólogo para seleccionar los distintos casos clínicos neurológicos de acuerdo a sus síntomas y signos son superiores a las del médico general. Por otro lado, trabajamos con guías y protocolos para cada una de las enfermedades neurológicas de alta complejidad. Estos dos elementos son fundamentales para darles a nuestros pacientes una atención segura y oportuna.

¿Cómo ha cambiado la situación con esta medida de tener neurólogos  en la urgencia?

En primer lugar ha mejorado la calidad del servicio a los pacientes neurológicos a través de una mayor captación de pacientes con patología cerebrovascular aguda en etapas iniciales y se han disminuido los tiempos de atención.

¿En qué radican las ventajas principales del manejo para el paciente?

Las ventajas son absolutas para el paciente. Obtiene un diagnóstico precoz y certero, por lo que accede a tratamientos complejos en forma oportuna, sin necesidad de depender de interconsultas de otros especialistas que por lo general producen un retardo en la atención.

¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha debido enfrentar en este proceso?

No es fácil convencer a los internistas y cirujanos que manejan habitualmente las urgencias de que es fundamental tener un neurólogo en ese lugar. Creo que ha sido la principal barrera, pero una vez que este sistema entró en funcionamiento lo han aprendido a apreciar y actualmente estamos integrados en cada turno de urgencia con pleno éxito para nuestros pacientes y para el servicio de urgencia.

¿Cómo se llega a implantar este modelo y cuáles son a su juicio los principales resultados?

Después de 20 años en la Clínica haciendo urgencias, uno logra ver las falencias y virtudes de su centro hospitalario. Por otro lado en nuestra Clínica, en donde se empezó a realizar las primeras trombolisis endovenosas en el ACV isquémico en Chile, tenemos  una unidad de pacientes críticos (UTI e Intermedio) con la que trabajamos en forma afiatada desde hace 14 años. Tenemos protocolos en conjunto con  la UPC para manejo de los enfermos neurológicos. Por lo tanto el lugar en el que necesitábamos tener mayor presencia para dar una mejor atención a nuestros pacientes era en el servicio de urgencia que es la puerta de entrada para este tipo de patología de alta complejidad.

¿Cuál diría usted que es el sello personal y profesional que tiene este Servicio?

Tiene mucha dinámica  y es un sistema jerarquizado que trabaja con protocolos establecidos previamente. Quizás lo más importante es que corresponde a un sistema de atención y por lo tanto no depende de variaciones individuales lo que lo hace ser más predecible y más seguro. Esto es de vital importancia para los pacientes ya que es la única forma de funcionar la 24 hrs del día, como lo necesitan los pacientes neurológicos de alta complejidad.

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