“El primer riesgo de la automedicación es no tratar el problema real que tiene el paciente”

La automedicación en Chile es un tema de salud que adquiere ribetes preocupantes y la oftalmología no se queda atrás. Efectos adversos, complicación de enfermedades y serios daños a la salud son sólo algunos de los resultados del mal uso de medicamentos, lo que puede generar graves consecuencias en el paciente. El Dr. Luis Peña, oftalmólogo, abordó en entrevista con Ciencia y Salud cuáles son los riesgos de la automedicación en la salud visual de las personas.

¿Qué tan importante es el tema de la automedicación para la oftalmología como especialidad?

Es muy importante en varios sentidos. En primer lugar tiene una alta frecuencia, probablemente uno de cada cuatro pacientes que consultan se ha automedicado antes de ir al especialista, entonces tiene una altísima prevalencia. Entiéndase automedicación tanto el hacer uso de un medicamento sin receta médica, lo que también incluye a las personas que van a la farmacia sin prescripción y piden “asesoría” al dependiente para que les recomiende algo. Las consecuencias de la automedicación pueden ser tremendamente graves para el paciente. Las gotas oftalmológicas son medicamentos y como tal, tienen un efecto que puede llegar a ser adverso  y dañino para la persona.

¿Cuáles son los principales medicamentos mal utilizados por el paciente en relación a la oftalmología?

La mayoría de los medicamentos que ocupamos los oftalmólogos vienen en gotas, el nombre técnico es colirio y existen varios tipos. En los que con más frecuencia uno encuentra automedicación son los antibióticos, en segundo lugar los descongestionantes y antialérgicos y afortunadamente con menos frecuencia, aunque son los más graves, los corticoides.

¿Cuáles son los principales riesgos y consecuencias de la automedicación?

Antes de responder esta pregunta, hay que entender en qué se basa el médico para prescribir un medicamento. Los médicos no tratamos síntomas, tratamos pacientes, entonces tenemos que conocerlos, uno los entrevista, pregunta por sus antecedentes, por las molestias que tiene, lo examina y este es el primer punto de la prescripción médica. En segundo lugar, de toda la información que extrajo del paciente, uno hace un juicio clínico y determina un diagnóstico. En tercer lugar, basándose en el perfil del paciente y en el problema específico que tiene, uno determina el medicamento a usar que es el que mejor resultado da.

En este contexto, ¿dónde radica entonces la gravedad de la automedicación?

Lo grave de la automedicación es que el paciente, desgraciadamente no tiene conocimiento de él mismo como sujeto de atención médica. El paciente desde el punto de vista farmacológico no se conoce a si mismo, no sabe qué enfermedad tiene y no sabe qué medicamento usar ni cuáles son sus efectos y reacciones adversas, entonces la automedicación de plano es una barbaridad.

¿Qué puede ocurrir con un paciente que se automedica?

El primer riesgo y consecuencia de la automedicación es no tratar el problema real que tiene el paciente. Se pierde tiempo vital con gotas que no sabes para qué son ni qué es lo que tienen. Lo principal es que el paciente puede tener algo grave y no estarlo tratando. Un ejemplo de esto son las infecciones oculares por virus herpes, que tienen una frecuencia bastante alta, este virus puede destruir la córnea y provocar secuelas graves que pueden llegar hasta la ceguera. Los pacientes tienen como principal molestia el ojo rojo y lo atribuyen inmediatamente a una infección bacteriana, por lo que usan por mucho tiempo antibióticos, descongestionantes o gotas de ese estilo sin saber que el herpes de a poco les está destruyendo la córnea. Esto puede demorar el diagnóstico varias semanas, a veces meses antes de consultar.

¿Cómo afecta esto a la evolución
y pronóstico de la enfermedad?

El paciente no trata el problema real, pierde tiempo y eso puede repercutir en el pronóstico de la patología, porque deja libre curso a una enfermedad que puede tener un tratamiento efectivo, utilizando tratamientos que no son los apropiados. En segundo lugar, los medicamentos no son inocuos, aunque tú no tuvieras una enfermedad grave como el herpes, podrías tener una enfermedad banal que si la tratas inapropiadamente con remedios que no son los adecuados, te pueden provocar daño porque los medicamentos tienen reacciones adversas.

¿Qué tipo de reacciones adversas son frecuentes y qué tan serias pueden ser?

Estas reacciones adversas pueden ser bastante graves. El caso más típico, que afortunadamente cada vez es menos frecuente, es el uso de anestésicos tópicos en oftalmología. Supongamos que un paciente tiene un ardor o una molestia en el ojo por el esmog, algo que es muy común, entonces va a la farmacia, pide algo para el dolor y el farmacéutico le da un anestésico tópico. Si este medicamento se usa  en la dosis y frecuencia apropiada, calma el dolor o ardor en forma absoluta por 15 a 20 minutos. El problema es que luego de estos minutos, al paciente le vuelve el ardor y se vuelve a colocar el anestésico. Lo que no sabe la gente es que los anestésicos tópicos usados con ese nivel de frecuencia son extremadamente tóxicos y pueden producir una reacción que es muchísimo más grave que la molestia original, incluso he visto córneas que están realmente destruidas por el uso inapropiado del medicamento y no es que éste sea malo, sino que el problema es el uso repetitivo.

Por qué cree que se produce tanta automedicación, ¿es muy fácil el acceso a medicamentos de este tipo sin regulación?

Desgraciadamente es sencillísimo. Hoy por hoy, si se hiciera cumplir la ley, la gente tiene acceso prácticamente libre a muchos medicamentos oftalmológicos, pero como las leyes no se cumplen los pacientes tienen acceso libre a casi todos los medicamentos oftalmológicos. Compran antibióticos sin receta médica, algo que es ilegal y compran corticoides sin receta, cosa que no es ilegal, pero que es absolutamente antiético por parte de las farmacias porque el corticoide es la gota más peligrosa de todas las que un paciente puede adquirir libremente.

¿Qué precauciones hay que tener en específico con los corticoides?

Esto amerita una atención especial. Es la gota más peligrosa porque es produce alivio de la gran mayoría de los síntomas que pueda tener un paciente. El efecto del corticoide sirve para todo: si llega un paciente con una infección ocular bacteriana, el corticoide le va a aliviar las molestias,  si llega con una infección viral, lo mismo. Esto también ocurre con otras patologías porque el corticoide es un antiinflamatorio potente, disminuye la inflamación y enmascara los síntomas, pero no cura la causa.  El corticoide además favorece las infecciones porque baja las defensas locales, entonces una persona que tiene una infección bacteriana, pero especialmente en las infecciones virales, el corticoide le va a producir un empeoramiento del problema de base. La gente se acostumbra al corticoide, los sigue usando y a largo plazo puede provocar glaucoma corticoidal, por ejemplo en dos semanas inclusive y una catarata, que se desarrolla en varios meses si lo siguen utilizando indiscriminadamente.

¿A su juicio cómo se puede revertir este escenario?

Existe una trivialización de la salud visual, la gente piensa que con las gotitas está bien. De hecho la creencia que hay en el colectivo de pacientes, no en todos, es que todas las gotas sirven para todo, que todas son iguales incluso, ni siquiera saben qué es lo que se están poniendo. Esta es la base de todo, la mayor parte de la gente piensa que usar gotas es inocuo y no es así. Uno como médico tratante siempre les advierte a los pacientes que la automedicación es mala. El principal trabajo se puede hacer en las farmacias para que no prescriban ningún tipo de medicamento, salvo aquellos que son comprobadamente inocuos si es que hay alguno, excepto con receta médica y esto es algo que depende de la voluntad política de nuestros líderes para que se legisle y que se haga cumplir la ley.

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